Una gran celosía metálica de 52 metros de largo cruza ya Alfonso Molina para conectar peatonalmente Pedralonga y Palvea. Los trabajos de instalación, que se han ejecutado esta madrugada, afectando al tráfico en la principal vía de acceso a la ciudad, deberían haberse completado el pasado mes de octubre, pero no fue posible por causas meteorológicas.

Se trata de la primera fase de plan de adecuación y humanización de la avenida de Alfonso Molina (AC-11) impulsada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; trabajos que el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, definió como "la mayor transformación viaria en la ciudad de A Coruña".

Esta pasarela consta de un tramo central de 52 metros que atraviesa Alfonso Molina y otro lateral en la rampla sur de 56 metros, que permitirá conectar peatonalmente Pedralonga y Palavea. Para su instalación ha sido necesario emplear maquinaria pesada de elevación, ocupando la calzada de la carretera AC-11, motivo por el que este madrugada se ha producido un corte total en el tráfico en el tramo comprendido entre el kilómetro 2,42 y 3,54.