Amanece con una pintada el monumento del Orzán de A Coruña: "Limpien la mierda del perro"

El monumento a los héroes del Orzán de A Coruña ha amanecido este miércoles con una pintada. Sobre la superficie de la escultura se puede leer, en negro: "Limpien la mierda del perro, puercos". El Concello ha informado que se procedió a su limpieza esta misma mañana.

La identidad del autor de la pintada se desconoce pero se trata a todas luces de un vecino cabreado con los dueños de perros que, a su juicio, no limpian como deben las heces de sus mascotas. El lugar y la forma elegida para la protesta no ha sido no obstante la más indicada, ya que se trata de la escultura que rinde homenaje a los tres policías (José Antonio Villamor, Rodrigo Maseda y Javier López) que fallecieron intentando rescatar del mar al estudiante Tomas Velicky el 23 de enero de 2012.

Sobre la estructura de metal blanco ha aparecido esta mañana esta pintura, y el consistorio asegura que la borrarán, igual que se hace cada vez que se detecta una.

Los dueños de perros se sienten "atacados"

Los dueños de perros en A Coruña llevan meses denunciando los ataques que reciben por parte de otros vecinos de la ciudad, y también de las administraciones.

El pasado mes de septiembre un grupo de vecinos con perros iniciaba una recogida de firmas en la que denunciaban cuestiones como el uso de drones para sancionar a los dueños de los perros, o el hecho de no poder arrojar las deposiciones en las papeleras y tener que buscar los cubos grandes. "Nos sentimos atacados, están creando un odio que no es normal, ayer mientras recogía firmas me escupieron en la cara", relataba a este medio Samuel Rodríguez, uno de los vecinos tras la iniciativa.

Rodríguez aseguraba que como dueños de perros entienden que son ellos quienes tienen que hacerse responsables de sus animales, evitando que molesten al resto de ciudadanos o recogiendo las deposiciones en la calle. En ese sentido, se manifiestan a favor de medidas punitivas en contra de quienes incumplan alguna de esas cuestiones, pero aseguran que la mayoría de ellos respetan la normativa y se sienten "perseguidos" y "abandonados".