Cuatro años. Ese es el tiempo que el botellón lleva alejado de los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña. El ayuntamiento coruñés declaró este espacio como zona de especial protección en enero de 2020 para evitar que esta práctica que se había vuelto una costumbre siguiese produciéndose en este céntrico emplazamiento.

Los Jardines de Méndez Núñez eran el punto de encuentro de numerosos jóvenes durante la madrugada del jueves, el viernes y el sábado. El Gobierno de Inés Rey apostó por poner fin a esta práctica "prohibida desde hace muchos años", para lo que primero reforzó la presencia policial en la zona y después la declaró como zona de especial protección.

La alcaldesa señaló en 2019 que el objetivo de estas medidas era terminar con el botellón, sobre el que aseguró que afecta a dos cuestiones: la salud de los jóvenes y la conservación de un espacio de interés para la ciudad. La noticia fue bien recibida entre la ciudadanía y la regidora llegó a indicar que los Jardines deberían ser declarados Bien de Interés Cultural (BIC).

Las botellas y bolsas de plástico, el ruido y la música dieron paso a tranquilas noches en las que ahora los protagonistas son los paseos. Los Jardines de Méndez Núñez, sin embargo, no era la primera zona en la que se eliminaba el botellón, que ya había desaparecido de la Plaza del Humor, donde hace décadas se reunían los jóvenes coruñeses.

Esta práctica desapareció en los Jardines de Méndez Núñez hace cuatro años. Fuentes municipales confirman a Quincemil que ya no hay botellón en esta zona y que, si alguien pasa puntualmente por ahí, se le indica que tiene que irse: "Los botellones, tal como era, no volvieron a los Jardines, que ahora están mucho mejor de lo que estaban".

Beber en los Jardines de Méndez Núñez, sin embargo, sí está penalizado. Las personas que accedan a esta zona de especial protección y beban alcohol se enfrentarán a una multa de 200 euros que podría ascender hasta un máximo de 3.000 en el caso de faltas "muy graves", según señalan fuentes municipales a este medio.