Vecinos de la Sagrada Familia de A Coruña denuncian que el servicio de recogida de basuras no se haga cargo de la retirada de los "muebles destrozados y colchones viejos" que aparecen cada mañana en los contenedores del barrio.
Desde hace meses, las calles Pontedeume, San Isidoro, González del Villar o Fátima, entre otras, amanecen rodeadas de restos de mobiliario viejo y colchones usados que los residentes en la zona no saben de dónde procede. Juan Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos de la Sagrada Familia, asegura que el barrio ya "parece un vertedero".
Ante la falta de actuación, los vecinos decidieron impulsar una campaña para presionar al 010 (Servicio de recogida de basuras) para que les fueran a retirar los residuos. "Conseguimos disuadir en cierta medida los vertidos voluminosos", confirma. Sin embargo, mes y medio después, la situación se vuelve a repetir.
"Todos los días llamamos al 010 dando aviso de la retirada, nos atienden bien y nos toman nota del recado, pero no recibimos respuesta", asegura Juan Rodríguez. El problema no es solo el mobiliario, sino que también hay cartón y vidrio acumulado. "Nos hemos reunido reiteradas veces con el Ayuntamiento y nos ofrecen ayuda y disculpas, pero entendemos que esto tiene que ver con la guerra interna que tiene el Concello de A Coruña con el consorcio de basuras", apuntan desde la Asociación.
Así, tras ver que el diálogo no es suficiente para que se retire el mobiliario de las calles, los vecinos advierten: "No nos quedará otra opción que tirar estos residuos en medio de la Ronda de Outeiro". "A ver si así nos hacen caso, porque necesitamos que se tomen medidas ya, no mañana, ni pasado", indica el presidente de la Asociación de vecinos.
Localizar al responsable
El problema no viene solo de la retirada de basuras: los vecinos creen necesario encontrar a la persona o empresa responsable de dejar ahí los vertidos en vez de en un punto limpio. "Somos un barrio humilde, un vecino no puede ser el que se deshaga diariamente de colchones y muebles de su casa", apunta Juan Rodríguez.
Ante esto, residentes de la Sagrada Familia afirman que sí han notado un aumento de la presencia policial. "Tanto la policía como las patrullas vecinales vigilamos diariamente las calles para descubrir quién es el dueño de tanto mobiliario", asegura el presidente de la Asociación.
Así, el barrio se enfrenta ahora mismo a dos problemas: la falta de servicio de recogida de basuras y la incertidumbre por descubrir al autor de estos vertidos. El ayuntamiento, por su parte, no se ha pronunciado al respecto a preguntas de este medio sobre la situación en la Sagrada Familia.