Los vecinos de las Casas de Franco de A Coruña se reunirán la próxima semana con la alcaldesa para intentar llegar a algún punto de encuentro tras semanas de protestas, tal y como informa a este medio uno de sus portavoces. Este jueves realizaron una reunión informativa con hasta nueve asociaciones vecinales de la ciudad y varios representantes políticos que mostraron su apoyo a las reivindicaciones.
Los vecinos de estas viviendas del barrio del Ventorrillo piden la paralización de las obras de reurbanización aprobadas por el Concello, ya que consideran que algunas actuaciones provocarían problemas en la zona. No están en contra de realizar las obras, pero quieren incluir modificaciones en el proyecto, ya que consideran que la actuación debe hacerse "con accesibilidad universal, sin barreras a la movilidad y sin una pérgola que favorezca la delincuencia".
Entre sus demandas se encuentran: que no se retire el acceso desde los portales hasta la calzada, que no se eleve la plaza, que no se supriman plazas de aparcamiento, o que no se elimine el acceso directo a taxis, ambulancias y bomberos desde los portales.
Este jueves los vecinos organizaron una reunión informativa con otras asociaciones vecinales, entre las que se encontraban las de Los Rosales, O Ventorrillo, El Orzán, Elviña Castro, Elviña 2 fases o San Andrés, entre otras. También acudieron representantes políticos de PP, Marea Atlántica y Sumar. Todos ellos, aseguran, mostraron su apoyo a las protestas.
De hecho, hace unos días plantearon la posibilidad de realizar una acción conjunta en el Pleno del Ayuntamiento de la próxima semana, pero, de momento, van a esperar al resultado de esa reunión con la alcaldesa.
"No entendemos este posicionamiento"
Preguntada al respecto esta semana, la alcaldesa, Inés Rey, aseguró que las obras vienen a realizar mejoras en una zona que "estaba en un estado de degradación que entendíamos que tenía que recibir también una actuación municipal. Una actuación que mejora el entorno urbano, que mejora la calidad de vida de una zona que está muy saturada, que tiene mucho tráfico", y aseguraba que "se les ha explicado todo y se han aceptado sugerencias".
Además, negaba algunos puntos, como el de que la obra vaya a dificultar la accesibilidad de los servicios de emergencias "¿alguien puede pensar que un gobierno cualquiera va a hacer una obra donde no pasen los vehículos de emergencia?", cuestionó.
"Es una actuación que además supone una inversión importante en el barrio en el que no se ha invertido en los últimos 20 años y además hemos trabajado con ellos y todo esto se les ha explicado in situ. No entendemos el posicionamiento de verdad. Y lo digo desde el máximo respeto a la opinión de los vecinos. Nos hemos sentado con ellos en numerosas ocasiones y le hemos explicado", reiteró.