Sergio, un vecino de A Coruña, no se podría imaginar que acapararía los focos de las cámaras del estadio durante la entrega la decimoquinta copa en el Bernabéu. El pasado sábado, justo en el momento en el que el equipo madridista recibía el trofeo tras la final de la Champions, un tatuador se acercó al coruñés y le ofreció tatuarse la copa en ese mismo momento y este aceptó sin dudarlo.

El fanático había viajado a Madrid para ver la final de la Liga de Campeones. Anddy Tattoo, un reconocido tatuador, que se encontraba también en el estadio, se acercó a él y le dijo: "Eres el elegido". "Me preguntó si me podía hacer un tatuaje y le dije que sí", explica Sergio todavía emocionado. En ese mismo momento, el profesional sacó su aguja y su tinta de un maletín y montó su propio estudio entre las gradas.

"La gente de alrededor estaba flipando", explica. El joven de 30 años puede decir que se tatuó la decimoquinta a pocos minutos de que el Real Madrid ganara la Champions, y en el mismo instante en el que recibía el premio.

Sergio ha vivido las seis últimas victorias en la capital. No se pierde ni una sola. Se encontraba solo en el estadio cuando se le acercó el tatuador. "Iba con mi familia pero nos tocó en asientos separados", añade. Cuando salió y le contó a su madre lo sucedido no se lo podía creer, pero ahí tenia la prueba: la copa incrustada en su piel.

"En ese momento ni lo pensé, la euforia y la adrenalina respondieron por mí, pero no me arrepiento", dice el madridista. La adrenalina y la emoción del momento empujaron a este aficionado a marcar en su piel un sentimiento, el de su amor por el Real Madrid.