La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a la sociedad adquirente de un crédito impagado -Hoist Finance Spain- a indemnizar con 3.000 euros a una mujer por los daños y perjuicios que le causó al comunicar y mantener sus datos en un fichero de morosos. También la ha condenado a instar la baja inmediata de los datos personales de la afectada comunicados a la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF).

Según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), lo hace al considerar probado que la empresa vulneró el derecho fundamental al honor de la demandante. De esta forma, ha acogido el recurso interpuesto contra la sentencia que desestimó la demanda interpuesta contra la entidad financiera, dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Ferrol, recoge Europa Press.

La sección cuarta de la Audiencia Provincial concluye en el fallo que no puede considerarse que la comunicación de los datos al fichero de morosos se haya realizado por parte del acreedor, y según la resolución, el reconocimiento de deuda firmado por la demandante está invalidado porque carecía "de la previa y suficiente información de los conceptos reclamados", lo que demuestra "que la deuda incorporada al fichero automatizado era una deuda incierta al tiempo de su inclusión imprudente en el fichero, y que es una deuda controvertida hasta el punto de existir un procedimiento judicial en el que se reclama con oposición de la actora".

Los magistrados explican que han comprobado la "imposibilidad de lectura" del contrato de la tarjeta de crédito suscrito por la demandante, "no solo respecto a que resulta ilegible la advertencia de que podrían incorporarse sus datos en caso de incumplimiento de sus obligaciones en un fichero de morosos, advertencia que fue convenientemente subsanada en el requerimiento de pago efectuado por la cesionaria del crédito, Hoist Finance Spain, a la deudora". "Sino y, especialmente, por la falta de incorporación al contrato del condicionado general, circunstancia que impide la aplicación de las cláusulas que en aquel pudieran haberse previsto", añade.

De esta forma, según señala la Audiencia, "la deuda deviene incierta, pese al reconocimiento de la deudora, a quien se le sigue ocultando el contenido del contrato al tiempo de firmar su conformidad con la deuda, en cuanto a cualquier obligación distinta de la mera devolución de las cantidades dispuestas con la tarjeta o cualquier suma retirada en cajeros".