En la calle Benito Blanco Rajoy, en A Coruña, llevan una mala racha que no se la quita nadie. Hace unos días prendieron fuego a un contenedor delante de un comercio, dejando la fachada de este totalmente carbonizada. Y ahora la basura que hay en las calles está atrayendo a moscas y a gaviotas, de manera que la gente ya evita pasar por allí.

Sucede en casi todos los barrios de la ciudad: Montañas de basura se apoderan de las aceras, o incluso de plazas enteras de aparcamiento. Pero en esta zona en concreto, Sylvia, dueña de la inmobiliaria Cabarcos, ubicada en esta misma calle, ha decidido cerrar su negocio.

"El olor es insoportable, ya no trabajo en la oficina, si puedo quedo con los clientes en otros lados o teletrabajo", explica la dueña de este establecimiento. Hace una semana la sacamos en este medio por el mismo problema, pero es que asegura que siete días después no ha pasado ni un solo camión de basura, por lo que los montones tan solo han ido en aumento.

Lo mismo le ocurre a Sandra, la dueña de A Casa Galega. En su caso, la situación se complica, pues el local es el único lugar en el que puede desarrollar su negocio. Se trata de una tienda de alimentación en la que se vende comida para llevar, pan, y alimentos varios. "Esto se me llena de moscas, algo que no da muy buena imagen al tratarse de un lugar en el que se vende comida: la gente se queja", detalla.

Ambas propietarias escuchan todos los días comentarios de clientes respecto al olor y la presencia de insectos. "Ya no sé que hacer, lo único que nos queda es denunciar a ver si hacen algo", asegura Sandra. Tal es la cantidad de basura que se acumula a tan solo 30 centímetros de sus puertas, que la gente tiene que ir esquivando las bolsas para evitar tropezarse, situación que se ha dado más de una vez.

Inmobiliaria Sylvia Cabarcos Cedida

"La gente se tapa la nariz con la camiseta cuando pasa por aquí delante", cuenta Sylvia, de la inmobiliaria. Algo que está afectando a las ganancias también de Sandra, que está notando un notable "bajón en las ventas". "Las gaviotas están agresivas, la gente tropieza con las bolsas y tengo miedo a que le prendan fuego a uno de los contenedores", añade. 

Lo que sienten ambas es "indignación y rabia", al ver que no solo sucede en la puerta de sus negocios, sino que van a casa y lo que ven en las calles es lo mismo. 

Huelga de basuras

Cabe destacar que en el informe de la Comisión del seguimiento de la emergencia sanitaria de este domingo se mostraba el porcentaje de recogida de residuos en cada una de las zonas de A Coruña por parte de la concesionaria Prezero. En este documento se recogen los puntos más perjudicados de la ciudad por la falta de actuación, siendo estos: Sagrada Familia, El Castrillón, Los Castros, Matogrande - Eirís y el área correspondiente a Mesoiro, Feáns y Valaire.