- El plan de Chipperfield para As Xubias en A Coruña: paseo, viviendas, rehabilitación y un ascensor
- Los planes para transformar As Xubias, en A Coruña, antes de David Chipperfield
Solo el murmullo lejano del tráfico a sus espaldas recuerda a los 16 vecinos que hoy viven en el viejo núcleo marinero As Xubias de Abaixo que, aunque no lo parezca, son parte de una ciudad, A Coruña. Por la avenida de A Pasaxe circulan los vehículos que entran y salen de la urbe; al frente, la desembocadura de la ría coruñesa ofrece un paisaje de calma que en nada altera el trasiego que pueda haber en Santa Cristina.
Esto es "un pueblo marinero auténtico", proclama orgullosa Elisa Fuentes, vecina que lleva prácticamente "toda la vida" en As Xubias. Habla desde el balcón del número 34, con vistas a la ría, y mira con esperanza, y algo de escepticismo, el proyecto de regeneración urbana promovido por el Ayuntamiento que diseñará el prestigioso arquitecto británico David Chipperfield.
"Esto hay que cuidarlo después de tanto tiempo abandonado. Vivir aquí es un lujo, una pasada, no entiendo que mucha gente no se dé cuenta", dice la mujer, propietaria junto a su hermano Manuel de la taberna A'Toquera, a los pies de su casa, la única de la zona, que comenzó a funcionar en el siglo XIX. "Los clientes que vienen, de la ciudad o de cualquier parte, nos dicen que somos unos privilegiados. Espero que lo que vayan a hacer recupere este lugar".
"Creo que lo van a hacer bien, esta vez sí. Eso espero". El pronóstico es de Bautista Prado, de 85 años, propietario de varias casas y terrenos sin edificar en As Xubias de Abaixo, la mayoría vendidos a Ginkgo Advisor, el fondo inversor que ha adquirido terrenos en el ámbito para regenerarlos urbanísticamente. Bravo, que vive en Oleiros y asegura que pesca "tres horas todos los días", es dueño de una de las viviendas características del núcleo marinero, a la que llama "refugio de pescadores", en cuyo interior hay decenas de embarcaciones replicadas a pequeña escala, cañas, ojos de buey, trofeos y un sinfín de material y objetos de pesca y navegación. "Esto no se vende", dice categórico.
De la playa de Oza al Hospital Materno Infantil. El plan urbanístico que llevará la firma de Chipperfield y en el que colaboran cinco estudios de arquitectura locales incluye una promoción inmobiliaria en el gran solar que en el pasado ocupó Astilleros Valiña, en un extremo de la playa de Oza y detrás de la antigua discoteca Pachá; la creación de una senda peatonal a lo largo de la costa que enlace con el paseo marítimo de O Burgo en A Pasaxe; la regeneración de viviendas en As Xubias de Arriba, donde Ginkgo ha comprado gran parte que están tapiadas; y la rehabilitación de algunas viviendas abandonadas en el núcleo marinero de As Xubias de Abaixo, donde se podría construir algunas más que sintonicen con el diseño arquitectónico de las existentes en el lugar. También se plantea la posibilidad de instalar un ascensor o escaleras mecánicas para salvar el desnivel que separa el mar de As Xubias de Arriba y adquirir la casa y los jardines del conocido como pazo del Inglés, propiedad de la familia Guyatt, para convertirlo en un equipamiento público.
Todo esto aparece en una ordenación orientativa incluida en el convenio que han firmado el Concello y Ginkgo Advisor, que ha adquirido de momento 25.000 metros cuadrados repartidos en 32 parcelas, y prevé comprar más, con el fin de desarrollar su proyecto residencial frente a la playa de Oza y restaurar y mejorar el litoral marinero de As Xubias. Todas las propuestas y planes tendrán que quedar recogidos en el Plan Especial del ámbito que deberá pasar por el Pleno municipal, en el que el Gobierno local necesitará del respaldo del BNG o del PP para sacarlo adelante.
La sensación de Elisa Fuentes, esa mezcla de ilusión y reservas, la comparte con sus convecinos. Tienen claro que el ámbito necesita una mejora de cara, "algo más de vida", y que el Concello y el fondo de inversión pretenden llevar a cabo un proyecto que conjuga la estrategia de rentabilidad inmobiliaria con la de recuperación de entornos degradados o necesitados de intervenciones urbanísticas. Pero también coinciden todos en criticar que "nadie" en el Gobierno local les adelantase los planes para el lugar en el que viven: "Vinieron aquí un lunes, se pasearon y no nos contaron nada, ni antes ni después".
"Parece que quedará bien, pero aquí prometieron otras cosas otros años y poco se ha mejorado", comenta también escéptico Roberto Rodríguez, vecino del número 50, otro habitante que nació en As Xubias. "Los promotores van a obtener mucho beneficio con los pisos en Astilleros Valiña, pero aquí en el núcleo pesquero prevén rehabilitar casas con estilo tradicional o levantar nuevas con el mismo diseño. Han comprado casas que llevan años, décadas, sin ocupar, tapiadas, y terrenos que se pueden aprovechar", cuenta Rodríguez en la entrada a su vivienda, con las vías del tren delante (los que salen o llegan a San Diego y a San Cristóbal) y la ladera que baja desde el Burger King de A Pasaxe detrás. Está en mitad de un bloque de casas bajas donde solo las del medio tienen ocupantes; las dos que hay enfrente tampoco tienen residentes.
Más adelante, antes de alcanzar el aparcamiento habilitado el año pasado en un lateral del Materno, vive José Manuel Varela en uno de los dos bloques de cuatro plantas (El Sol y La Gaviota) donde en los últimos años ha llegado población "más joven". "Lo que he leído me parece muy positivo, porque falta hace. Aquí vivimos personas y familias de 20, 30 y 40 años, y hace falta un poco de vida". Su inmueble parece una anomalía en el lugar, una construcción más moderna que delante tiene las ruinas de un casa unifamiliar y fincas sin desbrozar y más abajo, un abandonado equipamiento lleno de grafitis, una mesa y asientos de piedra y una pequeña zona de juegos infantiles que apenas se usa.
El proyecto de Ginkgo Advisor y el Concello toca también As Xubias de Arriba, entre el tanatorio Servisa y el pazo Guyatt. Esta zona a la que llega como fin de línea el bus 2A solo tiene una farmacia como negocio, frente al centro educativo María Mariño, antes conocido como Santiago Apóstol, y el Punto de Encuentro Familiar de la Xunta. Apenas hay viviendas con residentes, la mitad tienen puertas y ventanas tapiadas, como las que flanquean Terapia Ocupacional, y allí reposan en silencio las ruinas de la discoteca Pachá, que Ginko también ha adquirido. "Mis ojos no verán esa transformación de la que hablan", prevé una señora mayor que vive encima de la farmacia y admite no conocer el proyecto, aunque se atreve a decir que "es de locos querer comprar el pazo" del Inglés.
También en As Xubias de Arriba se demolió el año pasado un esqueleto urbanístico de hormigón que llevaba décadas en pie tras una zona de descanso con mesas de piedra. Se desconoce de momento qué se hará en ambas zonas; tras el derribo de la estructura el Gobierno local avanzó que se crearía un área verde que en la actualidad está ocupada por vehículos, pero en la ordenación orientativa del proyecto de Ginkgo aparece una edificación en esa parcela.
Viviendas nuevas
El lavado de cara de As Xubias comprende una operación inmobiliaria de importancia en uno de los extremos del ámbito, la playa de Oza. En un amplio solar hoy cubierto por vegetación que Ginkgo Advisor compró a Landcompany 2020, inmobiliaria del grupo Santander, el proyecto prevé construir un gran bloque de viviendas con acceso desde As Xubias y desde el arenal.
Son los terrenos industriales que hace décadas había ocupado Astilleros Valiña por los que se abrió un pleito con el Ayuntamiento al rechazar un proyecto inmobiliario en esa parcela presentado por la compañía. La modificación del plan general que el Concello había promovido para la zona recogía una reducción de viviendas, de 88 a 56, pero habrá que esperar al Plan Especial que ahora, en un nuevo contexto, se redacta para el ámbito para saber el número de pisos que se pueden construir.
El convenio con el Concello plantea trasladar unos metros la instalación náutica que hay en el lugar, que ocupa la Sociedad Deportiva As Xubias, para situarla en la playa de Oza, con rampas de acceso para las embarcaciones. Pero la entidad desconoce detalles y confía en no verse perjudicada. "Solo nos dijeron que se nos reserva un espacio, no sabemos si el mismo que ocupamos actualmente u otro. Queremos que se tengan en cuenta nuestras necesidades, así como el estado tan precario en el que se encuentran unas instalaciones, que cuando se hicieron, hace más de diez años, era con la intención de que fuesen provisionales. Esperamos que se nos tenga en cuenta dentro de un proyecto tan ambicioso como este", comenta la presidenta del SD As Xubias, Ruth Arrojo.