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Así avanza la ronda peatonal de A Coruña: cinco años de humanización a través de los barrios
- Las obras en Sagrada Familia y el Agra culminarán un proceso de transformación urbana que da prioridad a las personas y limita la circulación y el estacionamiento de vehículos. El Concello prevé acabar en 2025 una ronda que ya discurre por Cuatro Caminos y Os Mallos
- Más sobre peatonalización: El Concello de A Coruña licita la obra de reurbanización de los Cantones: comenzará en 2025
De San Diego al Observatorio. Con peatones, sin coches. Además de la ronda de Nelle, la de Outeiro, la tercera ronda, la cuarta (en proyecto para mejorar la conexión con el puerto exterior) y hasta la de Monte Alto, en A Coruña hay una ronda peatonal. Aún no está completa, superará los cinco años de trabajos, según las previsiones municipales, y supondrá, una vez finalizada, la consolidación de un modelo de movilidad que el Ayuntamiento ha explotado desde que Inés Rey es alcaldesa.
La ronda peatonal, de 3,5 kilómetros de longitud, vendrá a reafirmar la prevalencia del peatón sobre el vehículo, precisamente en un ámbito urbano con alta densidad de población y una red extensa de calles donde generalmente es complicado estacionar en superficie y que cubre los barrios de A Gaiteira, Cuatro Caminos, Os Mallos, Sagrada Familia y Agra do Orzán.
La dificultad para encontrar plazas libres es el contrapunto del plan peatonalizador del Concello, ya que algunas asociaciones vecinales, colectivos del sector de la conducción y grupos políticos de la oposición han cuestionado el exceso de espacios peatonales en detrimento del aparcamiento de vehículos y de la fluidez en el tráfico.
A través de los barrios
De 2020 a 2025. Este es el periodo marcado por el Concello para desarrollar y culminar la ronda peatonal. El primer tramo en el que intervino el Gobierno local fue la calle Alcalde Puga y Parga, en Cuatro Caminos junto a la fuente, de donde se quitaron las plazas de aparcamiento. Empezó en enero de 2020, poco antes de que la pandemia del Covid paralizase muchas actividades durante meses.
Las obras continuaron por Mariscal Pardo de Cela, conectando así la ronda peatonal con Os Mallos a la altura de los Juzgados. Hacia en norte, los trabajos siguieron por Oidor Gregorio Tovar, donde se plantaron árboles y se ensancharon las aceras hasta el cruce con Ángel Senra, calle que ya era peatonal. A continuación, las obras se trasladaron a Ramón Cabanillas, calle que se terminó de peatonalizar hasta el cruce con la avenida de Arteixo.
Hacia el sur, la ronda peatonal empezó a tomar forma con cambios en la rotonda de la avenida del Ejército hasta conectar con A Gaiteira. El eje de la calle Alcalde Marchesi, en dos tramos, está acabado, con actuaciones en Ponte, Primavera y Río Monelos que han ido finalizando.
Mobiliario urbano nuevo, cambio de pavimento, elementos vegetales... medidas que encajan el término "humanización" de espacios públicos, es decir, dar más protagonismo a las personas que a los vehículos, cuyos conductores tendrán que buscar aparcamiento en otras zonas o limitar el uso del volante.
Los tramos que faltan
Sagrada Familia y Agra do Orzán son los barrios que terminarán de completar el trazado de la ronda peatonal. Una de las dos fases en Sagrada Familia, entre las calles Nuestra Señora de Luz y San Jaime, se licitó en septiembre y las obras durarán siete meses; la siguiente fase enlazará con la calle Barcelona y saldrá a concurso en breve, estima el Gobierno local.
Con estas intervenciones solo quedarían últimos trabajos en la calle Canceliña, ya en el Agra, donde la principal arteria peatonal es la calle Barcelona.
Otras medidas peatonales: Cantones, San Andrés...
La ronda peatonal a través de algunos barrios periféricos no es la medida única ni principal en la estrategia peatonalizadora del Ayuntamiento de A Coruña. A su implantación hay que añadir otros pasos dados o en proceso durante este mandato y el anterior.
La reforma de los Cantones hasta plaza de Mina prevista para el próximo año con más superficie para los viandantes, y como paso previo a la reordenación del frente litoral de la ciudad, tuvo su antesala en la peatonalización de la calle Compostela. Las calles Emilia Pardo Bazán en un tramo, San Leopoldo y Monte das Moas también se han transformado con la eliminación del paso de vehículos.
En San Andrés, en obras desde comienzos de año, solo quedará un carril de circulación en cada sentido y se amplían las aceras. Y también se ha reducido el espacio para coches entre el castillo de San Antón y Adormideras, con más superficie ahora para peatones, corredores y ciclistas.
Quizá la medida estrella en movilidad ha sido la ampliación y renovación del parque de bicicletas del servicio BiciCoruña, que ha llegado a cifras de récord en los dos últimos años. Falta por regular, en sintonía con la norma estatal, el uso de los vehículos de movilidad personal (VMP), como los patinetes eléctricos; y el Concello prevé además elaborar una nueva ordenanza de movilidad, aunque lo anunció el año pasado y en la actualidad podría quedar pendiente del fin de la concesión del contrato del transporte público, dentro de un mes.