A Pedra que Fala: un petroglifo que responde en San Xoán de Fecha, en Santiago de Compostela
- Su descubrimiento te sorprenderá tanto como a los vecinos de las parroquias de Santa Cristina y San Xoán de Fecha, que han creado un festival para darlo a conocer
- Otras curiosidades: ¿Por qué se bendicen los coches en las fiestas de Galicia? Una curiosa tradición
Si hay algo que ha conseguido apaciguarlo todo, incluso las guerras, ha sido la unión de los pueblos. Unas veces por intereses políticos y comerciales, y otras por razones culturales, a lo largo de la historia encontramos infinidad de momentos en los que la unión ha hecho la fuerza.
La historia del petroglifo de A Pedra que Fala, en Santiago, no sólo destaca por su relevancia arqueológica y cultural, sino también por ser un símbolo de la fuerza y la importancia de la unión entre comunidades. Y es que este descubrimiento fue posible gracias a la colaboración de dos parroquias que se unieron para proteger su entorno natural de una amenaza ambiental.
A lo largo de la historia, las comunidades han comprendido que la cooperación es esencial. En este caso, la amenaza de un vertedero que podría contaminar las aguas de las parroquias vecinas actuó como catalizador para que estas se unieran en una causa común.
Su determinación no sólo evitó la construcción del vertedero, sino que también llevó al descubrimiento de un valioso patrimonio arqueológico que de otro modo podría haberse perdido. Os lo contamos.
La historia de A Pedra que Fala
Corría el mes de julio cuando los vecinos de las parroquias de Santa Cristina y San Xoán de Fecha, en Santiago, recibieron una noticia que hizo saltar todas las alarmas. Un empresario quería montar un vertedero en la zona. Esto tal vez no habría causado tanta conmoción de no ser porque muy cerca, a tan sólo unos kilómetros, algo parecido había sucedido en Miramontes.
Ambas parroquias beben del Monte da Xesteira, así que decidieron llevar a cabo una movilización conjunta para evitar que sus aguas acabaran contaminadas. Entendieron que manifestarse no era suficiente, que tenían que demostrar que ese territorio era lo suficientemente valioso como para salvaguardarlo.
Esta protesta consiguió paralizar la construcción del vertedero, pero además hizo que ese mismo grupo de gente se volcara en la reivindicación del patrimonio arqueológico del lugar, naciendo de ahí una asociación cultural y medioambiental. Gracias a esto se han descubierto al menos una docena de asentamientos. Un número que cada año aumenta.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes fue A Pedra que Fala, un petroglifo muy especial que reposa sobre una enorme piedra con agujeros a la que, si le hablas, contesta. Lugar que encontraron gracias a las recomendaciones de los más mayores del pueblo.
¿Qué es A Pedra que Fala?
Los petroglifos de A Pedra que Fala se encuentran sobre una gran peña ubicada al margen del camino. Hoy en día, A Pedra que Fala es una estación rupestre conocida gracias a la publicación, en 1968, de un estudio monográfico de Carlos García Martínez.
Este investigador rupestre compostelano estudió sus grabados, revelando un gran número de detalles asociados al folclore y a las tradiciones de varias épocas. Desde las clásicas cazoletas y combinaciones circulares, datadas en la Edad del Bronce, hasta cruces, herraduras o ballestas, situadas generalmente en la época medieval.
Los grabados de la Edad del Bronce suelen presentar unos surcos con sección en "U", bastante redondeados, producto del uso de herramientas de piedra; mientras que los petroglifos más recientes suelen ser más profundos, irregulares y con sección en "V", fruto de herramientas metálicas.
Dividiendo el petroglifo por partes, se pueden encontrar: en una zona inclinada orientada al camino, hasta ocho combinaciones circulares de entre uno y dos anillos concéntricos; en la misma pendiente, ocho cruces y catorce herraduras; y, ya en la parte alta de la roca, cinco cazoletas, una cruz con cazoletas en los extremos, dos herraduras y otra cruz.
Además, en todas las zonas se pueden ver motivos prehistóricos, como círculos de muy diversas formas. Los motivos históricos (cruces, herraduras y ballestas) son los más visibles, por presentar un menor grado de erosión. Las figuras prehistóricas resultan menos perceptibles por el paso del tiempo.
La asociación
Más allá del legado cultural que ha dejado A Pedra que Fala, uno de los grandes premios ha sido la unión de ambas parroquias. Si la noticia del vertedero llegaba en el mes de julio, hacia finales de año se creaba una asociación, Asociación A Pedra que Fala, que sigue en activo.
Con cerca de una veintena de socios y muchos colaboradores externos, la agrupación organiza multitud de reuniones y eventos entre los que se encuentra un festival rupestre propio, O Fechiño.
En éste se llevan a cabo rutas que dan a conocer los grabados de Fecha, aunque acompañadas de conciertos y otras muchas actividades. El 13 de julio de 2024 O Fechiño cumplía su tercera entrega, que contó con tres roteiros y dos conciertos, Caamaño & Ameixeiras y Os d’Abaixo.