Las elecciones autonómicas del 5 de abril están en el aire. Así de claro se mostró ayer Alberto Núñez Feijóo, que abrió ayer la puerta a que el Gobierno las retrase por el coronavirus. Podrían sumarse, también, las autonómicas en el País Vasco, donde la situación vírica es peor que en Galicia.

Feijóo señaló que se trata de una cuestión "razonable, prudente y aconsejable". "No se debe poner en riesgo la salud pública de una comunidad por unas elecciones", afirmó ayer tras la reunión de seguimiento del coronavirus celebrada por la Xunta en Santiago. Allí se dieron a conocer las medidas que se aplicarán de inmediato en Galicia.

Feijóo incidió en que esta decisión, que es competencia del Gobierno, ha de tomarse "sin precipitarse" y "en función de la evolución de los contagios y su incidencia". Esta misma mañana, desde el CHUAC aseguraban que el pico de personas afectadas se espera "para finales de marzo o comienzos de abril", coincidiendo con las elecciones autonómicas.

También señaló que "hay que respetar el derecho al sufragio de todos los ciudadanos y que todos los procesos democráticos se celebren con garantías". Con esto hace referencia al posible miedo de los gallegos a acudir a las urnas para evitar contagios.

Pendiente de Sánchez y Urkullu

Feijóo también confirmó que hablará con el lehendakari Íñigo Urkullu estos días para contrastar su valoración de la crisis del coronavirus y como esta podría afectar a las elecciones autonómicas vascas. Sin embargo, el presidente de la Xunta ha señalado que la situación de ambas comunidades es diferente.

También ha insistido Feijóo en que será el Gobierno central el que decida los pasos a seguir. "La competencia no es de las comunidades autónomas, es del Gobierno y de la Junta Electoral, por lo que lo que debemos hacer es llevar a cabo un diagnístico de nuestros ámbitos territoriales y proponer lo que consideremos más apropiado para garantizar que las elecciones se desarrollen con normalidad", manifestó Feijóo.