El narcotraficante Sito Miñanco está en la cárcel a espera de juicio desde febrero de 2018 tras haber sido detenido en el marco de la operación Mito. La Audiencia Nacional sostiene que el histórico traficante dirigía una organización que intentó introducir en España más de 4.000 kilos de cocaína.

Ahora, José Ramón Prado Bugallo pide desde prisión su excarcelación, al entender que forma parte de varios grupos de riesgo ante la crisis sanitaria del coronavirus. Habría alegado en un escrito al juez que padece diabetes, colesterol y obesidad. Así lo ha expresado en un comunicado, igual que han hecho otros conocidos presos como el excomisario José Manuel Villarejo o el extesorero del PP, Luis Bárcenas.

Para conseguir su puesta provisional en libertad, Miñanco se acoge a su "derecho a la vida e integridad física". Su defensa también afirma que no se puede garantizar tampoco que tenga acceso a los medicamentos oportunos si contrae el coronavirus entre rejas. Durante las últimas semanas han sido muchas las voces que han hablado de falta de medios en las cárceles nacionales ante esta infección.

Sito Miñanco habría afirmado que, en caso de conseguir esta excarcelación, tendría un domicilio en el que residir. Ha señalado también que todo el país es "una prisión domiciliaria para sus habitantes". Por este motivo no encuentra inconveniente en pasar el período que dure el estado de alarma en su casa.

El narcotraficante sostiene que no existe ningún "riesgo de fuga", ya que los aeropuertos y los demás medios de transportes operan solo en casos imprescindibles y las fronteras están cerradas. Por otro lado, señala su escrito que ya se han superado los dos años de prisión provisional y que esta situación puede colapsar los juzgados y suponer que se superen los cuatro permitidos sin que se llegue a celebrar su juicio.

Por el momento, la Audiencia Nacional ha hecho caso omiso a esta y otras peticiones de presos. Sito Miñanco sostiene que, en caso de enfermar o fallecer, la responsabilidad "penal" está ahora sobre el juez que recibió su escrito.