Los trabajadores de la fábrica de aluminio de Alcoa en San Cibrao (Lugo) iniciaron esta mañana una huelga indefinida que coincide con la última semana de negociaciones con la empresa para evitar el despido de más de 500 empleados. Los empleados de la factoría ya realizaron el pasado 1 de julio una huelga que fue secundada, según ellos, por el 100% de la plantilla y de las empresas auxiliares con el objetivo de mostrar su rechazo al despido colectivo. Precisamente, éstas últimas también apoyarán la huelga actual a partir de mañana.

El comité de empresa tiene previstas varias reuniones con la firma esta semana para hablar sobre los ERE anunciados por Alcoa, según recogen varios medios. La empresa se niega a ampliar el plazo de negociación a menos que se paren las cubas de electrólisis y asegura la planta pierde mucho dinero por factores estructurales y permanentes como el precio no competitivo de la energía en España. Los trabajadores, por su parte, reclaman que se mantengan sus puestos de trabajo y piden al Gobierno español que realice una intervención y que defienda la industria del aluminio.

Los empleados de la fábrica de Lugo realizaron numerosas protestas desde que Alcoa anunció el despido de medio millar de personas. La última fue el pasado viernes en A Coruña, donde recibieron el apoyo de los trabajadores de Alu Ibérica en A Coruña, así como procedentes de otras factorías de la industria electrointensiva.