Los prostíbulos se han convertido en uno de los principales focos de rebrotes a nivel nacional. Se da la circunstancia de que, por razones obvias, no es sencillo rastrear en estos lugares a los contactos directos de algún positivo. En otras comunidades ya se ha abordado su cierre inmediato, pero no es una cuestión sencilla en términos legales.

Fue la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien remitió una carta a todos los presidentes autonómicos instándoles a cerrar los locales de alterne. El Gobierno se muestra preocupado por los brotes que ha habido en varios territorios relacionados con prostíbulos.

Sin embargo, su cierre no es sencillo. Estos locales no tienen una regulación propia y la mayoría operan como hoteles u hostales. Decretar su cierre podría acarrear consecuencias jurídicas para las administraciones autonómicas, tal y como explica El Español en un artículo publicado ayer.

Por ello, Galicia ha aceptado el encargo de la ministra pero se encuentra estudiando el proceder. Todavía no hay noticias oficiales desde la Xunta de cuándo y cómo se cerrarán los prostíbulos. Por ahora, han sido clausurados aquellos que tienen licencias relacionadas con el ocio nocturno, pero no los que se camuflan como alojamientos.

La comunidad estudia con sus asesores jurídicos la manera de proceder y evitar futuras demandas que pudiesen suponer un alto coste para las arcas públicas. En los próximos días se podría conocer ya un plan gallego para cerrar los prostíbulos. Hasta el momento, no se conoce ningún brote relacionado con estos locales en las cuatro provincias gallegas.