En 1873 el Gobierno español reconocía las aguas de la Villa Termal de Mondariz por su Utilidad Pública. El Palacio del Agua, con casi tres siglos de historia, alberga aguas con propiedades mineromedicinales que convierten este balneario no solo en un espacio de relax, sino también en un centro de salud.
Los baños de este pequeño municipio se convirtieron ya en esa época en lugar de peregrinación para aquellos que padecían enfermedades, así como para médicos y galenos que acudían a estudiar las curiosas propiedades del agua de Mondariz.
Centro de la vida social gallega del siglo XIX
El edificio en el que hoy se encuentra el Balneario se construyó en 1880 y pronto se convirtió en lugar de referencia para la sociedad de la época, llegando a rivalizar con los famosos balnearios de Baden-Baden (Alemania) o Bath (Inglaterra). Emilia Pardo Bazán, Carlos Arniches, Isaac Peral, John Rockefeller III o Benito Pérez Galdós son algunas de las personalidades que decidían pasar el verano en esta villa termal gallega.
El Gran Hotel, inaugurado a finales del siglo XIX, llegó a ser el centro político y cultural de Galicia en la época. Allí se celebraron reuniones entre personalidades tan conocidas como Miguel Primo de Rivera y Arthur Ivens Ferraz, Primer Ministro portugués, en 1929; o la celebración del ingreso en la Real Academia Galega de Castelao, en 1934.
Mondariz, centro de salud
Las propiedades mineromedicinales de las aguas del balneario también han atraído siempre a muchos enfermos de diabetes, con problemas en la piel, anemia o incluso piedras en el riñón. Médicos nacionales o internacionales prescribían a sus pacientes un baño en las aguas de Mondariz para mejorar sus dolencias, lo que ha convertido el Palacio del Agua en un centro de salud reconocido en todo el mundo.
Actualmente, el Balneario cuenta con su propia dirección médica, que aboga por mejorar la calidad de los servicios y vela por la salud de los usuarios. Es por esto que es un destino completamente seguro, que se ha adaptado a las medidas anti-covid para poder ofrecer a los visitantes los mismos servicios que siempre, ahora con un punto más de exclusividad.
Se han reducido aforos y aumentado las labores de limpieza de espacios, además de contar con medidas específicas de renovación del aire y de higienización del agua de todas sus piscinas. También los usuarios y el personal han de seguir estrictamente los protocolos de seguridad para evitar los contagios, tarea que desde la reapertura del espacio en mayo se ha llevado a cabo con estricto cumplimiento.
El campo de golf del que dispone, además, es un espacio casi al completo al aire libre, ofreciendo la posibilidad de disfrutar de este deporte de forma totalmente segura.