El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció ayer por la tarde que el plan de vacunación contra el coronavirus empezará en enero de 2021 pero que no será obligatorio para toda la población. "Los expertos recomiendan que no sea obligatoria porque podría ser contraproducente", indicó el responsable de Sanidad.

Esta afirmación contrasta con las medidas que estudia la Xunta de Galicia, ya que en la reforma de la Lei de Saúde Pública que previsiblemente entrará en vigor en febrero se recogen multas de entre 1.000 y 3.000 euros para las personas que se nieguen a vacunarse. El texto, que busca adaptar la ley actual a la situación de pandemia, fija las diferentes sanciones según el nivel de gravedad y, en el caso de la vacunación, está tipificada como leve.

Gran inmunidad entre mayo y julio

Illa defendió en una entrevista radiofónica en Rac1 que existe un alto nivel de concienciación por parte de la ciudadanía, lo que permitirá que la vacuna tenga una buena acogida por parte de la población. El objetivo es que la mayor parte de la población (alrededor del 70%) esté inmunizada entre mayo y julio del próximo año. El ministro de Sanidad aseguró que el sistema sanitario español "está preparado" para garantizar el acceso a la vacuna y destacó que existen 13.000 puntos de vacunación en todo el país.

La Unión Europea, por su lado, prepara una estrategia de vacunación para que las dosis se repartan en todos los países de forma equitativa. Illa destacó la efectividad de las vacunas Pfizer, BioNTech y Moderna que, según el titular de Sanidad, son las que presentan "una tecnología innovadora" que ha proporcionado datos "que sorprendieron a los expertos".