Las fuerzas de seguridad de Galicia extremarán los controles este fin de semana con el objetivo de evitar la celebración de botellones y vigilar que la ciudadanía cumple las medidas establecidas en materia sanitaria. El refuerzo de los controles en la calle fue una de las demandas trasladadas a la Xunta por el sector de la hostelería, que teme tener que enfrentarse a un nuevo cierre ante el incremento de casos de coronavirus.

Representantes de la policía local de las principales ciudades de toda la comunidad y miembros de otros cuerpos participaron este viernes en la reunión de la Sala de Control de Operativos (Sacop) presidida por el director general de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva. El objetivo de este encuentro fue coordinar los dispositivos que se van a poner en marcha este fin de semana para controlar las calles de Galicia, especialmente aquellas donde se producen más botellones.

Villanueva aseguró que este tipo de actuaciones llevaron a una disminución de reuniones ilegales en los últimos días y recordó que esta actividad está prohibida en Galicia. Los participantes pueden ser multados, de hecho, con entre 200 y 300 euros.

El director general de Emerxencias e Interior apeló, además, a la responsabilidad de los ciudadanos para evitar la propagación de la Covid-19. El incremento de casos producido en las últimas semanas llevó al comité clínico a endurecer algunas medidas y a establecer el límite de reuniones en 10 personas y la PCR negativa obligatoria para acceder a cualquier local del ocio nocturno. Los expertos reunidos este viernes decidieron mantener en vigor estas restricciones y no anunciaron cambios, a la espera de lo que puedan decidir el próximo martes.