Instituciones Penitenciarias investiga si hubo "falta de celo profesional" en Monterroso

LUGO, 12 Ago. (EUROPA PRESS) –

Instituciones Penitenciarias investiga si hubo "falta de celo profesional" en la prisión lucense de Monterroso para que varios presos se grabasen consumiendo pastillas y haciendo un tatuaje, mientras que sindicatos apuntan "falta de personal" y reclaman más plantilla y "más medios".

Fuentes de Instituciones Penitenciarias han destacado a Europa Press que ellos son "los primeros asombrados" con los sucedido y han subrayado que hay abierta una investigación para determinar si hubo en este caso "falta de celo profesional".

Por su parte, fuentes de sindicatos de prisiones han manifestado que hechos como los sucedidos en Monterroso obedecen a la "falta de personal" y "de medios técnicos" para detectar en las inspecciones objetos "prohibidos" en las cárceles, como móviles y drogas.

En concreto, por parte de Acaip han ratificado que hay en marcha una investigación interna para "ver qué ha ocurrido", al tiempo que han incidido en que en las prisiones "entran objetos prohibidos porque se escapan del control por falta de personal y de medios técnicos".

En el caso de los teléfonos móviles, prohibidos en las cárceles, fuentes sindicales han denunciado que "no funcionan los inhibidores". "Los móviles se convierten en objetos cotizados en prisión porque se puede hacer uso de ellos porque no funcionan los inhibidores", sostienen.

"Es necesario que los inhibidores que se pusieron en su día funcionen", reivindican por parte de sindicatos. A ello suman la necesidad de más plantilla porque "el 90% son mayores de 50 años" y cada vez quedan "menos" por las jubilaciones.

"Funcionan"

Frente a ello, por parte de Instituciones Penitenciarias han asegurado que "los inhibidores funcionan", solo que como "van por una frecuencia determinada" en algunos casos de "marcas de poco uso, a lo mejor no" lo hacen, matizan las mismas fuentes.

Al respecto, insiste en que los móviles representan un "bien preciado" en prisión y que cada vez son más pequeños para poder meterlos en la cárceles sin ser vistos dentro de cavidades corporales. Con todo, Instituciones Penitenciarias reitera que los hechos están "en plena investigación" para aclarar lo sucedido.