SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Sep. (EUROPA PRESS) – 

Una exempleada de un banco se enfrenta a una petición de nueve años de cárcel por estafar y robar a una amiga aprovechándose de que la víctima padecía un deterioro cognitivo por el que había sido internada en una residencia.

El juicio contra esta mujer tendrá lugar el próximo miércoles 15 de septiembre en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela.

La procesada está acusada de dos delitos, uno de estafa continuado y uno de robo con fuerza en casa habitada, por los que Fiscalía pide una pena de 9 años de cárcel, así como la devolución de los casi 28.000 euros que, supuestamente, obtuvo de unos hechos que ocurrieron entre abril del año 2018 y marzo de 2019.

Durante esa época, según sostiene el Ministerio Público en su escrito de acusación, la acusada visitaba a la víctima, con quien mantenía una amistad, en la residencia de Santiago en la que había sido internada por sus familiares debido a sus episodios de desorientación fruto del deterioro cognitivo que padecía.

La procesada sacaba a la víctima de la residencia con la excusa de ir a pasear o a dar una vuelta por la ciudad. Fiscalía sostiene que, valiéndose de su estado de salud, en nueve ocasiones la llevó a la entidad bancaria en la que trabajó para, "aprovechándose de su credibilidad" como exempleada, retirar distintas cantidades de dinero de una cuenta a nombre de la víctima.

En total, está acusada de quedarse con casi 18.000 euros procedentes de estas operaciones y de otra ocasión en la que hizo un reintegro a través de un cheque desde una cuenta distinta que la víctima tenía en otra entidad financiera.

Robo en la casa

La procesada también se enfrenta a un delito de robo en casa habitada, puesto que, supuestamente, entró en la vivienda de la víctima en enero de 2019 empleando unas llaves que poseía fruto de su relación de amistad para llevarse varios objetos valiosos.

En el domicilio se encontró con la empleada del hogar que trabajaba para la víctima, a la que explicó que había acudido a la casa a recoger "unas cosas que estaban en un armario cerrado". La empleada creyó la versión de la ahora acusada y le entregó las llaves del mueble.

Fiscalía acusa a la procesada de llevarse del interior del armario varios títulos de propiedad, un abrigo de visón valorado en 600 euros y diversas joyas tasadas en casi 9.000 euros.