El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a una sesión de control en el Parlamento de Galicia.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a una sesión de control en el Parlamento de Galicia. Álvaro Ballesteros – EP

Galicia

El PP de Galicia espera el paso de Feijóo y celebra 13 años de su victoria en 2009

Si Feijóo dimite como presidente de la Xunta para seguir su camino en Madrid se producirá un hito histórico: ningún antecesor dejó el cargo por voluntad propia

26 febrero, 2022 16:54

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) –

El próximo martes 1 de marzo se producirá, con la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP y la convocatoria del congreso extraordinario para los días 2 y 3 de abril, uno de los hitos clave para el futuro del PP, pero también para la formación en Galicia si, como ha comprometido, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hace lo que le "pide" el partido y opta a tomar las riendas del PP en España.

Y es que la formación vivirá en Galicia la efeméride del 1M, fecha en la que Feijóo recuperó en 2009 la Xunta para el PPdeG tras menos de cuatro años en la oposición, con una tensión y unos nervios poco habituales en lo que suele ser una jornada de fiesta en el partido. La convocatoria del congreso abrirá la puerta a presentarse formalmente y en el PPdeG hay pocas dudas de que esta vez su jefe de filas asumirá el reto.

Nadie puede confirmar oficialmente una "decisión personalísima" que solo corresponde a Feijóo, pero desde la reunión de ‘barones’ en Génova todos los movimientos que se han producido tienen detrás al líder gallego o la mano estratega de su equipo más próximo: desde el comunicado posterior a los nombres elegidos para conducir al partido hasta el cónclave extraordinario.

Antes de la Junta Directiva, fijada para las 12:00 horas del martes, el PP reunirá el Comité Ejecutivo Nacional, para ratificar las últimas dimisiones –como la de Teodoro García Egea como secretario general del partido– y aprobar nuevos nombramientos.

Por ejemplo, está previsto que se nombre coordinadora general del PP a Cuca Gamarra, actual portavoz del Grupo Popular en el Congreso, que será la voz del partido en este momento de transición. Además, se propondrá a la Junta Directiva que el eurodiputado valenciano Esteban González Pons sea el presidente del comité organizador de ese cónclave, que estará compuesto por al menos un miembro designado por cada organización territorial.

Los plazos del Congreso: podrá presentarse hasta mediados de marzo

El presidente de la Xunta y cualquier candidato que aspire liderar el PP dispondrá de plazo hasta mediados de marzo para presentar su candidatura al XX congreso extraordinario del Partido Popular, un paso que deberá acompañar con el aval de al menos 100 afiliados del partido, según recogen los Estatutos del partido.

Los Estatutos del PP señalan que, una vez convocado el congreso extraordinario, "quienes sean candidatos a la presidencia deberán presentar su precandidatura ante la comisión organizadora correspondiente entre los siete y los quince días siguientes a la convocatoria del congreso". Por lo tanto, si se convoca oficialmente el 1 de marzo, ese plazo finalizará el día 16 de ese mes. Además, el artículo 35.2, que regula el proceso de elección en un congreso, añade que para ser proclamado "precandidato" a la presidencia del PP será necesario presentar el apoyo de, "al menos, 100 afiliados".

¿Qué pasará en Galicia?

Experto en medir los tiempos, se espera que Feijóo confirme su candidatura a partir del próximo martes, puede que incluso antes de que acabe la semana. En su entorno, subrayan que las circunstancias son "peores" que en 2018, con una caída abrupta del PP en las encuestas que dejan a Vox cada vez más cerca del sorpasso, y recuerdan que Feijóo fue el sucesor en Galicia del presidente fundador del partido, Manuel Fraga, lo que te traslada "un cierto grado de responsabilidad".

Anunciar su decisión en Galicia le daría pie a exponer sus razones a los ciudadanos de la comunidad, que le otorgaron su cuarta mayoría absoluta consecutiva en verano de 2020, en plena pandemia, situándole en victorias electorales a nivel de Fraga. Aunque si da el salto a la política nacional, nunca alcanzará ya los casi 16 años de gestión continuados en los que el fundador del PP estuvo al frente del Gobierno gallego.

En todo caso, su entorno ya ha empezado a canalizar un mensaje que incide en que está en juego el futuro de un partido clave "en la alternancia" política en España y el reto no es menor: reunificar el centro derecha. Lo contrario o al menos no frenar a Vox podría reconfigurar definitivamente el panorama político español. Los ‘galones’ de Feijóo, mayorías absolutas aparte, es que ni Vox, ni Cs tienen escaño en el Parlamento autonómico.

Con estos argumentos y cada día más voces del partido pidiéndole que se presente, los cargos de la formación en Galicia consultados por Europa Press albergan pocas dudas de que "hará lo que debe", pero admiten más incertidumbres acerca de lo que pueda pasar en Galicia. Eso sí, con la tranquilidad de más de dos años por delante con una mayoría absoluta "amplia" y la convicción de que, se elija la vía que se elija, está descartado un adelanto electoral.

Plaza en el Senado y futuro de la Xunta

Aunque el grado de seguridad no llega al nivel de que no habrá un adelanto electoral, la opinión con creces más extendida es que, llegado el momento, Feijóo tampoco elegirá la opción legal de compaginar la Presidencia del PP con la Xunta, dado el "ingente" trabajo que le espera en Génova. La oposición ya le ha atacado, además, por "tener la cabeza" en "Madrid, Madrid, Madrid" en vez de en "Galicia, Galicia, Galicia".

La opción "más lógica" que señalan los populares es que Feijóo ocupe por la vía de la designación autonómica una plaza en el Senado, que facilite hacer oposición a Pedro Sánchez. Elena Muñoz o Juan Carlos Serrano tendrían que renunciar a su puesto.

Si decide dimitir se producirá un hecho histórico en la comunidad, ya que Feijóo se convertirá en el primer presidente autonómico que deja el poder por voluntad propia –-todos sus antecesores se fueron tras perder unas elecciones a excepción de Gerardo Fernández Albor, expulsado por una moción de censura–. El Estatuto prevé el escenario.

Si dimite el presidente, con él cesarán los miembros de su Ejecutivo, aunque seguirían en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Ejecutivo. El sucesor tiene que ser diputado.

En el Legislativo, el presidente de la Cámara, en este caso Miguel Santalices, llamaría a consultas a los tres grupos (PPdeG, PSdeG y BNG). Solo el PPdeG tiene una amplia mayoría absoluta que le permite presentar una propuesta con éxito. Y culminada la ronda, Santalices tendría que formular la propuesta y en un plazo máximo de 30 días tras el cese debería ratificarse la sucesión. Habría un debate de investidura y nuevo Gobierno.

Tanto el actual vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, a quien muchos ven como el mejor situado como sucesor, y el vicepresidente segundo y responsable económico, Francisco Conde, son diputados. Pero hay otros nombres con peso político como el presidente del PP de A Coruña, Diego Calvo, o el propio portavoz, Pedro Puy, eterno integrante de las quinielas.

¿Y el partido?

La premisa de la "estabilidad" que descarta un adelanto electoral es la que cargos consultados desean que se mantenga también en el partido. Por eso, al margen del congreso extraordinario, que aunque quede "diseñado" podría dar pie a que aflore "algún tipo" de disensión interna, se apunta a otra opción que permiten los Estatutos: la vía del Comité Ejecutivo.

Una de las facultades del Comité Ejecutivo es "elegir de entre sus miembros a quién tenga que dirigir el partido en caso de dimisión o fallecimiento de quien ostente la Presidencia del Partido Popular de Galicia y elevar dicha propuesta a la Junta Directiva de Galicia".

Así, el líder gallego podría despedirse antes del congreso dejando "atado" a su sucesor también en el partido en Galicia por esta vía. Pero fuentes del entorno del dirigente gallego insisten en que no hay ninguna fórmula con más peso sobre la mesa "porque aún no se ha convocado el congreso ni Feijóo ha dicho que se presenta".