El 4 de marzo de 2020 la pandemia llegó a Galicia. Ese día el área sanitaria de A Coruña confirmaba el primer caso de coronavirus en la comunidad gallega. Se trataba de un hombre que había llegado de Madrid para una entrevista de trabajo en Inditex. Le fue detectada neumonía bilateral y fue necesario derivarlo a la UCI del hospital Chuac de la ciudad coruñesa.

Ese día, Galicia dejaba de ser uno de los pocos lugares de Europa libre de infectados con este virus. Desde entonces, en Galicia ya se han contabilizado más de 3.114 fallecimientos con Covid y más de 501.269 contagios– según los datos de ayer, jueves-.

Los mayores de 80 años han sido, y siguen siendo, los más afectados por este virus, que en esta sexta ola ha barrido a la población dejando miles y miles de contagios. La variante ómicron incrementó exponencialmente el número de contagios debido a su facilidad de propagación, sin embargo resultó ser mucho menos grave, así la incidencia en los hospitales no alcanzó los niveles de olas anteriores.

Después de dos años marcados por las restricciones y las medidas de contención frente a un virus, Galicia avanza hacia una nueva fase de la pandemia, marcada por el alto nivel de vacunación y por la variante Ómicron que provoca que la enfermedad sea menos grave.

El fin de la pandemia parece estar más cerca. La gestión avanza hacia una fase de gripalización y las restricciones se han aliviado de manera notoria en las últimas semanas. La mascarilla en interiores sigue siendo la medida más eficaz para frenar el virus y por eso los expertos recomiendan mantener su obligatoriedad durante un poco más de tiempo. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzaba hace apenas unos días que el fin de la mascarilla en espacios interiores llegaría a su fin muy pronto.