El curioso hallazgo que ha tenido lugar por parte de un vecino que rehabilitaba una casa en A Pousada, una zona rural de Sober (Lugo) con apenas habitantes, ha dado la vuelta a España. Tal y como adelantó el periódico El Progreso en exclusiva, Toño Piñeiro, natural del lugar pero residente en Valencia, de casualidad encontró cuando movía unos escombros varios tarros de Nesquik con cuatro millones de pesetas dentro, y no era la primera vez.

Ahora, el hijo del grafista encargado de rediseñar toda la serie de billetes que el Banco de España puso en circulación entre 1979 y 1985, Pepe Cruz Novillo, ha manifestado a través de sus redes sociales que está interesado en los billetes, que carecen de valor en euros dado que el plazo habilitado del Banco de España para cambiar pesetas terminó en 2021. "¡Se los compramos nosotros!", expresó en Twitter Novillo tras conocerse esta original historia, una afirmación a la que adjuntó la web de su estudio ‘Cruz más Cruz’, ubicado en Madrid, orientado al diseño y la arquitectura y especializado en crear identidades corporativas de la mano de su padre, José María Cruz Novillo, y él mismo.

El estudio de padre e hijo durante sus décadas de actividad ha acumulado prestigio, dado que ha elaborado las imágenes corporativas de instituciones y empresas como Correos, Banco Pastor, Renfe, Visionlab, Fundación ONCE o Repsol, además de los billetes del Banco de España. A su vez, Cruz Novillo padre ha sido el responsable del diseño de carteles de películas como El Sur, El Espíritu de la Colmena, Pascual Duarte, El Desengaño, Cría Cuervos, Historias del Kronen, Las Cartas de Alou, Una Estación de Paso o Los Lunes al Sol.

Las razones aportadas para querer hacerse con los billetes (de 5.000 pesetas) se centran en que "entre mudanzas, goteras y robos casi no tenemos nada de ese trabajo en nuestro archivo", expone el hijo del diseñador de los billetes, en los que figura la cara del Rey Emérito Juan Carlos I.

Hasta 54.000 euros repartidos por la casa y "dinero en colchones o huecos de paredes"

Según declaró el afortunado Toño Piñeiro a medios locales, desde que comenzó al restauración de la casa (que estaba en estado de abandono) ha encontrado en botes de Nesquik unos nueve millones de pesetas, lo que supone más de 50.000 euros. Parte del dinero consiguió cambiarlo antes de que terminase el plazo estipulado por el Banco de España pero los últimos millones no ha sido posible.

Por su parte, el alcalde del concello lucense de Sober, Luis Fernández, ha detallado que Piñeiro solo acude al lugar "dos o tres veces al año". Sobre este hallazgo, ha concretado que "en Sober y en otros lugares de Galicia muchas veces tiene aparecido dinero al hacer obras de renovación de casas antiguas escondido en colchones o en huecos de paredes".

"No recuerdo de que se hablara de cantidades tan importantes como ahora, pero posiblemente sí tienen aparecido, aunque luego la gente no lo cuente como ha sucedido en este caso", concluyó. Asimismo, desde el concello se han hecho eco de este asunto por su "atención mediática".