El exdirector de Seguridad en la circulación de Adif, Andrés Cortabitarte (i) y el maquinista del tren Francisco Garzón (d), durante la primera jornada del juicio por el accidente ferroviario de Alvia, en la Cidade de la Cultura de Santiago de Compostela

El exdirector de Seguridad en la circulación de Adif, Andrés Cortabitarte (i) y el maquinista del tren Francisco Garzón (d), durante la primera jornada del juicio por el accidente ferroviario de Alvia, en la Cidade de la Cultura de Santiago de Compostela Álvaro Ballestero- EP

Galicia

El ex alto cargo de Adif declara mañana en el juicio del Alvia en Santiago

El fiscal sostiene que "el accidente no hubiese sucedido" si hubiese "gestionado el riesgo de exceso de velocidad en el tramo"

12 octubre, 2022 13:09

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Oct. (EUROPA PRESS) –

El ex director de seguridad en la circulación de Adif Andrés Cortabitarte, acusado en el juicio por el accidente del tren Alvia, declara este jueves, tras ganar una semana respecto a la comparecencia del otro imputado, el maquinista Francisco Garzón. Ambos se sientan en el banquillo de los acusados por los mismos hechos: 80 homicidios y 145 delitos de lesiones (junto a otro de daños) por imprudencia profesional grave, cada uno en el ejercicio de sus responsabilidades.

Sin embargo, el primero en declarar fue Garzón, el pasado jueves, y lo hizo además después de una jornada de inicio del juicio marcada por el golpe que recibió Cortabitarte al término de las cuestiones previas. El padre de una chica fallecida en el siniestro propinó un manotazo a este exdirectivo entre gritos de los afectados, que afeaban al imputado su actitud y que no haya pedido perdón. Después, esta víctima pidió disculpas, al tiempo que la plataforma reclamaba comprensión dadas las circunstancias.

Por su parte, el fiscal sostiene que "el accidente no hubiese sucedido si Adif y Cortabitarte hubiesen gestionado el riesgo de exceso de velocidad en el tramo". En su declaración ante el juez instructor en julio de 2017, Cortabitarte aseguró que desconocía el cambio de proyecto en la línea Ourense-Santiago que supuso eliminar el sistema de control continuo de la velocidad (el ‘ERTMS’) de los últimos kilómetros del trayecto, incluida la curva en la que se produjo el siniestro.

Además, trató de desviar responsabilidades señalando a Renfe -en concreto al responsable de seguridad de la operadora ferroviaria- y a Ineco -la empresa de consultoría de la que Renfe y Adif se reparten más de la mitad del accionariado-.