Juicio Alvia: Los familiares denuncian la "victimización secundaria" de las instituciones
"Nos hemos tenido que echar a la calle", ha dicho uno de las víctimas
21 febrero, 2023 13:58En el arranque de la segunda semana de la parte civil del juicio del Alvia, han vuelto las víctimas a testificar ante la magistrada Elena Fernández Currás. Para estos últimos días de febrero están programados 40 testigos.
Durante sus intervenciones afectados y familiares han denunciado su malestar con las comunicaciones en el momento del accidente y la "victimización secundaria" a la que han sido expuestos por las diferentes administraciones y organismos estatales.
El primero en declarar ha sido un afectado que en el momento del accidente tenía 15 años. En su declaración, el joven precisó que los billetes se los habían cogido sus padres, que lo hicieron por considerarlo el método de transporte "más seguro" en el que viajar. En el recorrido el afectado declaró que había notado un "frenazo brusco" en la parada de Ourense, y que al acercarse a santiago había notado cómo iba el tren muy rápido y escuchaba otros viajeros decir "frena frena".
Tras el siniestro fue atendido en un primer instante por los bomberos y los vecinos de Angrois. Señaló que hasta que llegó al hospital no se pudo comunicar con sus padres, cuando alguien le dejó un móvil. A raíz del accidente sufrió lesiones que le impidieron volver a practicar taekwondo, donde había ganado medallas en torneos.
Sus padres también declararon en el juicio y se mostraron muy críticos con la información a los familiares tras el siniestro. "Nos enteramos sobre la una de la mañana", recordó el padre. A ellos les habían asegurado al principio que el tren "llevaba retraso" y que pondrían autobuses a A Coruña. "Allí nos tuvieron engañados, que no pasaba nada, que era un pequeño accidente y que los iban a traer en autobús…", aseguró. Más tarde pudieron ir al hospital cuando su hijo les avisó.
La madre también denunció la situación a la que sometieron a los familiares algo que dice "no perdona", porque no les dijeron la verdad. Según su relato, aseguró que desde que les dijeron que iban a traerlos en autobús se negó a moverse de la estación, a pesar de las quejas de su marido y otros familiares. No se movió hasta que llamó su hijo que le dijo: "Mamá, ven a buscarme". Explicó también que el accidente cambió completamente a su hijo, que de repente, "quería comerse el mundo". "En los estudios hubo que estar encima de él hasta marzo porque no iba por el camino correcto; quería salir porque él quería vivir lo que no había vivido".
Pensó en gritar "agarraos"
La segunda víctima en declarar explicó cómo se "preparó para el impacto" segundos antes de la colisión. Era usuario habitual de la ruta de alta velocidad entre Galicia y Madrid, e indica que notó "perfectamente" cómo el vagón iba a los lados antes del descarrilamiento. "Pensé en gritar ‘agarraos’, pero no recuerdo si lo hice. Qué iba a pensar la gente, que había un tarado en el vagón".
En los momentos posteriores relató que "salí pidiendo perdón a la gente que quedaba allí, que no sé si eran cuerpos vivientes, cuerpos agonizantes o cadáveres…". Estaba tan afectado que no se atrevía a "mirar" y que solo decía "perdón", intentando no pisar los cuerpos.
Denuncia la "victimización secundaria"
La tercera víctima que ha testificado era un hombre que viajaba con su mujer en el tren desde Madrid. Ella murió en el siniestro, y estaba muy contenta por hacer el trayecto. "Me siento culpable de haberla convencido de hacer el viaje, de haberla convencido de ir en tren", declaró ante la jueza.
El hombre explicó que a raíz del accidente ha sufrido una discapacidad. Ha sido esta afirmación la que le ha valido un tenso encuentro con los letrados de las diferentes aseguradoras que le preguntaron repetidamente por sus antecedentes médicos, y que él afirmó en numerosas ocasiones que no habían supuesto un impedimento hasta el siniestro. "Me cambió la vida totalmente", llegó a indicar.
En parte de su intervención ha apelado al estatuto de la víctima aprobado en 2015. "Para que no se nos sigan haciendo victimización secundaria como está sucediendo, por lo que se nos ha tratado por las organizaciones estatales". "Nos hemos tenido que echar a la calle", denunció, "recabar ayuda en Bruselas, a la agencia ferroviaria, al señor Christopher Carr…". La jueza le ha reprendido y le ha pedido "respeto" a los presentes.
Su hija también declaró ante los presentes a los que volvió a afirmar que no se enteró de la muerte de su madre hasta pasadas las tres de la tarde del día 25 de julio, y que a raíz del accidente su padre se había vuelto una persona "muy dependiente".
"No nos dejaron ver su rostro"
La sesión continuó con los testimonios de dos familiares de un fallecido. La primera en hablar fue la mujer,con la que tenía dos hijos. En su intervención la testigo explicó que se enteró del accidente por el grito del familiar de otro de los fallecidos. "Le escuché decir, ‘¿cómo? ¿que descarriló el tren? ¿que hay muertos?’; pregunté a una azafata y en la taquilla de la estación y me decían que no había pasado nada".
A pesar de que estaba ya en Santiago, no pudo encontrar a su marido hasta las 08:00 de la mañana del día siguiente. Lo acabó encontrando en el hospital donde había fallecido horas después de una intervención quirúrgica. Con la voz rota explicó el impacto que había tenido también en los niños.
El hermano del fallecido también ha intervenido en el juicio. Fue él quien identificó sus restos y entre lágrimas señaló que : "Entré y no nos dejaron ver su rostro, lo identifiqué a través de las marcas de su cuerpo y de su fisionomía".
Turistas de Estados Unidos
Tras un breve receso, la sesión terminó con la declaración de un afectado de Estados Unidos y sus hijas, todos familiares de una fallecida en Angrois. Asistido por una intérprete, el hombre explicó que habían viajado a Europa por la boda de su hija, que había sido en Roma.
"Salí disparado, pero desafortunadamente mi mujer se quedó pillada porque iba en el lado de la ventana. Le cayeron encima personas, maletas y pedazos del tren", narró. A preguntas de su abogado explicó que gracias a ella no se levantó del asiento, algo que le salvó la vida.
Sus hijas también declararon y explicaron cómo habían ido corriendo hasta Santiago para poder verlos a ambos. Una estaba en roma de luna de miel, mientras las otras dos continuaban en Norteamérica. Llegaron un día antes de que su madre falleciera por las heridas sufridas en el siniestro.