Unións Agrarias apuesta por una gestión integral de las poblaciones de lobo, de forma que se garantice la persistencia y conservación de las especie y su convivencia con la ganadería extensiva gallega. Así lo ha explicado hoy en una rueda de prensa el responsable del área de desarrollo rural, Jacobo Feijoo.
El sindicado ha presentado este jueves el Informe sobre la situación del lobo en el medido rural de Galicia, que enviará a la Comisión Europea, en un acto en el que Feijoo ha indicado que el lobo "no está" en peligro de extinción en Galicia y que "nadie en el rural" aboga por su desaparición, sino por su convivencia.
El responsable del área de desarrollo rural también ha hecho referencia a los ataques del lobo a la ganadería gallega: en los últimos cinco años se han declarado de media anual unas 2.203 reses ganaderas muertas por ataque del lobo. Un hecho que implica no solo las pérdidas directas en reses, sino el aumento de los costes por la necesidad de implementar medidas preventivas.
Unións Agrarias ha estimado que los daños reales directos superan los dos millones de euros al año. De esa cuantía estimada, ha señalado que en 2023 la Xunta dispuso como presupuesto anual de ayudas en concepto de pagos 646.224 euros, aproximadamente un 32% de las pérdidas reales estimadas, mientras el resto lo asumen los ganaderos.
Un indemnización justa y caza reglada
Unións Agrarias basa su gestión integral en varios pilares: la indemnización justa de los daños a los ganaderos, ayudas para medidas preventivas, la gestión de restos de animales para una alimentación disuasoria y la caza reglada. Respecto a esto último, Feijoo ha incidido en que aunque "nunca fue una herramienta" de gestión poblacional del lobo en Galicia, "dificultar esta posibilidad" en una normativa de ámbito estatal, "es un error".
El responsable del área de desarrollo rural ha pedido "clarificar la norma legal" para aclarar las condiciones de autorización de las acciones puntuales de caza, según recoge Europa Press. Un aspecto al que Feijóo ha añadido la "preocupación existente" entre los ganaderos por la "tendencia a criminalizarlos y acusarlos de falta de diligencias".
Feijoo ha señalado que las ayudas destinadas a la convivencia del lobo de la PAC "deben ser para compensar" costes adicionales de manejo del ganado y no "utilizarse como excusa" para no compensar los daños con pagos directos. El representante de UUAA también ha remarcado que las líneas de ayudas por pago de daños "deben de cubrir todas las pérdidas" y ser ágiles en su tramitación y pago.
Respecto al "riesgo potencial" que solicitaba la Comisión Europea, Feijoo ha explicado que en localidades como Celeiro y Ourol, en la provincia de Lugo, el lobo "abandonó el monte y caza en el entorno de las casas". Este es un comportamiento de "alto riesgo" hacia las personas y ante esta situación "parece totalmente idóneo" que se utilice la caza selectiva mediante esperas (no batidas) realizadas por especialistas.
Recuperar la caza del lobo, un "sinsentido" según Adega
Adega ha defendido este jueves en un comunicado que la emergencia cinegética decretada por el jabalí evidencia "el sinsentido" de recuperar la caza del lobo. La entidad acusa a la Xunta de actuar de forma improvisada y con desinterés sobre la gestión de la fauna salvaje e indica que la decisión de la emergencia se tomó en base a las incidencias y no al censo actualizado de la población de jabalís.
Una situación que va paralela, recuerda Adega, a la insistencia del Gobierno gallego por reclamar la eliminación del estatus de protección del lobo ibérico, principal depredador natural del jabalí. Una postura, indica la entidad, "irracional": "Onde hai lobo, non manda xabarín".
Adega señala que los últimos datos de asentamientos de población de lobo son de 2021-2022 y que indican que hay 93 manadas reproductoras en Galicia. Cruzando estas áreas con aquellas en las que se han producido más daños causados por jabalís, tomando como referencia los municipios para los que la Xunta decretó la emergencia cinegética, Adega señala que "liberalizar a caza do xabarín e pretender recuperar a do lobo é un sensentido".
Así, la entidad indica que en algunas de las áreas con mayor presencia de manadas de lobo como la Costa da Morte-Xallas, el centro de la Dorsal Galega –Melide y A Ulloa, núcleos de Os Ancares (3), O Courel y A Baixa Limia, la Xunta no declaró la emergencia cinegética por jabalí. Adega concluye, por tanto, que a falta de datos científicos sobre la distribución de las piaras, parece que donde el lobo cría, hay menos daños del jabalí.
Adega, por tanto, indica que es preciso contar con datos fiables de las poblaciones de jabalí y de la fauna general en general para proponer medidas y gestionar con criterios científicos sus poblaciones. Una medida a la que se suma, indica la entidad, la "preocupante improvisación y las contradicciones" de la Xunta, que por un lado permite "cazar indiscriminadamente" el jabalí y por otra pide "controlar" a su principal depredador, el lobo.
La entidad, además, señala que la emergencia cinegética va a suponer la presencia "de cientos de armas de caza en el monte" sin limitaciones, lo que aumentará la probabilidad de accidentes. Y es que, según recuerda Adega, en el monte gallego siempre hay gente y transitar por él "en prácticamente todo el país hasta el 25 de febrero va a ser una actividad de alto riesgo".
La población de lobo ibérico ha aumentado un 26% en nueve años
La población de lobo ibérico en España ha aumentado un 26% desde 2014, según un estudio de la Fundacion Artemisan recogido por Europa Press. El organismo indica que este incremento contrasta con la pérdida de cerca de medio millón de cabezas de ganado extensivo, un 18,9%, en Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, las cuatro regiones loberas.
La comunidad gallega es, junto a Castilla y León, la que tiene un núcleo de población lobera más importante. El lobo ibérico ocupa 26.000 kilómetros cuadrados de Galicia, lo que supone el 91%. La fundación indica que se ha confirmado la existencia de 93 manadas en 2022, frente a las 90 de 2015 (+17%) y el número de ataques al ganado al año se estima entre los 2.000 a 2.500 ejemplares.