Este lunes se ha celebrado en la sede compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña la primera sesión del juicio por la muerte de un joven de origen dominicano que murió apuñalado. Los hechos ocurrieron en enero de 2023 a las puertas de la discoteca La Grandota, en la calle Santiago de Chile.

La acusación ha tildado lo ocurrido como un "asesinato salvaje", mientras que la defensa de dos jóvenes de origen dominicanos que están acusados del crimen habla de un homicidio por imprudencia, según recoge Europa Press.

El veredicto lo dará un jurado que tendrá que visionar, leer y dirimir que versión es la más coherente con las pruebas de este caso. La grabación del ataque que realizó una cámara de seguridad y el informe de la autopsia serán claves para determinarlo.

La víctima, Gregory, de 31 años y origen dominicano, falleció en un hospital dos días después de ser apuñalado. Los acusados del crimen son dos hermanos de origen colombiano que hoy se han sentado en el banquillo de los acusados, junto a un tercer procesado, un hombre que medió en la pelea, y que según la defensa de los acusados, apuñaló a uno de ellos.

Acusación y Fiscalía sostienen que había premeditación en los hechos, con intención de matar y alevosía. La defensa asegura que fue una pelea fortuita, que no se conocían y que no hubo intención de matar, ya que "la víctima supuestamente indefensa no estaba tan indefensa", señaló su letrado. Todas las partes han apelado a la grabación como prueba clave.

Diferentes versiones

Las versiones de la Fiscalía y la acusación particular difieren notablemente con la de la defensa. Estos mantienen que el objetivo de los hermanos era el "fallecimiento de la víctima" y tildaron lo sucedido como un "asesinato salvaje".

La acusación particular considera que se trata de un "asesinato salvaje" que derivaba de "otras actuaciones violentas en el mismo lugar" protagonizadas por los acusados, que quisieron "dar un escarmiento a los dominicanos por una pelea relacionada con la mujer" de uno de los hermanos.

Por su parte, la defensa de los acusados señala que la pelea se generó a las puertas de la discoteca y que no había premeditación en la misma. El letrado apuntó a la autopsia como prueba de que no buscaban matar a la víctima, ya que ninguna puñalada iba "dirigida a zonas vitales".

Este dato, apunta el abogado, debe de tenerse en cuenta a la hora de visionar el vídeo del ataque, ya que "en él se ve como golpean a la víctima" en distintas zonas del cuerpo, asegurando que esos golpes "no son puñaladas", según los datos de la autopsia. También destaca que "una vez que lo inmovilizan, no hay más puñaladas". "Si hubiesen querido matarlo, una vez inmovilizado, podrían haberle apuñalado en el cuello, en el pecho o en el abdomen, pero no lo hicieron", ha apostillado.

Finalmente, el defensor del tercer acusado ha sostenido que su cliente no fue el que causó la puñalada de uno de los procesados y que solo participó para "defender a un amigo de su hija" del ataque, dado que no conocía a los agresores "de nada".

Este martes, la segunda sesión del juicio arrancará con la declaración de los procesados y de cuatro testigos.