Tras más de una década a la venta, la heredera del patrimonio inmobiliario de Rosario Porto ha conseguido deshacerse del chalet de Montouto en el que se produjo, en septiembre de 2013, el crimen de Asunta. Así lo han confirmado a Europa Press fuentes conocedoras de la operación, que han precisado que la venta se ha llevado a cabo con mucha discreción.
El precio original, de cerca de un millón de euros, se había rebajado en 2014 a medio millón. Sin embargo, el precio final de venta, apuntan, ha sido muy inferior, señalan.
A esta rebaja en el precio que originalmente pedía Rosario Porto por la propiedad ha contribuido el hecho de que el asesinato de Asunta se produjese, según apunta la sentencia del crimen, en este inmueble. Sin embargo, lo más relevante ha sido el estado actual de la propiedad, que ha sido okupada en numerosas ocasiones y que presenta muchos destrozos, incluso un incendio declarado en 2020.
En torno al mes de septiembre, la heredera de Rosario Porto, su amiga Teresa, reclamaba ante el juzgado de Santiago la expulsión de los okupas que vivían en esta casa, alguno de los cuales había sido detenido por distintos delitos. Una vez que se ha conseguido liberar, se ha cerrado la venta.
En estado de abandono
La casa que Rosario Porto heredó de sus padres es un chalet independiente de 400 metros cuadrados, con cinco habitaciones, ubicado en una finca de 10.000 metros que cuenta con instalaciones como una piscina, una cancha de tenis y hasta un hórreo.
La propiedad ya no se encontraba en uso habitual cuando sucedió el crimen – de hecho, Porto ya la había puesto a la venta -. No obstante, desde la detención de la madre de Asunta, la casa quedó abandonada y fue deteriorándose de la mano de diferentes okupaciones.
Rosario Porto puso a la venta el chalet de Montouto, ubicado en el mismo Concello de Teo en el que fue localizado el cuerpo de la niña, poco antes del asesinato. Pedía por él un precio cercano al millón de euros. Dado que no se vendía, en torno a un año después, con ella ya en prisión, el precio se rebajó hasta los 500.000 euros.
Rosario Porto se suicidó en prisión en noviembre de 2020 y sus propiedades fueron heredadas por su amiga Teresa, una de las pocas personas que la visitaba en la cárcel. Hace unos meses se alquiló otro de los inmuebles, el piso de Doutor Teixeiro en el que residían madre e hija.