De la ilusión al compromiso: el significado de votar por primera vez en Santiago

De la ilusión al compromiso: el significado de votar por primera vez en Santiago

Provincia de A Coruña

De la ilusión al compromiso: el significado de votar por primera vez en Santiago

Los jóvenes se sienten cada vez más alejados de la política y de las preocupaciones de los partidos

26 mayo, 2023 05:00

Este domingo se celebran las duodécimas elecciones municipales desde el restablecimiento de la democracia en 1978 aunque, para muchos, estas serán las primeras. La mayoría de edad supone la entrada en el gran mundo adulto y la llegada de  muchas primeras veces, y acudir a las urnas es una de ellas.  

El momento de votar por primera vez es un hito especial en la vida de cualquier persona.  Todos recordamos dónde y cómo fue la primera vez que metimos nuestra papeleta en la  urna. Ya sea en unas elecciones municipales, regionales o nacionales, el primer sufragio  marca el inicio de nuestro compromiso como ciudadanos responsables. 

Es por eso que este año también se repetirá la icónica escena de muchos jóvenes votando por primera vez, con sus padres capturando el momento con una foto frente a  la mesa electoral.  

Maite y Ángela son dos de las jóvenes que votarán por primera vez en unos días, pero  cada una de ellas lo vive de manera diferente. Mientras que para Ángela votar es “un  mero trámite”, Maite lo afronta con la ilusión y la responsabilidad de “tener voz en una  decisión colectiva que le va a (o debería) afectar”. 

Primera vez será también para Xiana, que pese a haberse enfrentado antes a la  participación política, esta vez lo hará mediante el voto por correo. Ahora mismo se encuentra en Granada con motivo de una movilidad, pero no ha querido perder la  oportunidad de votar. 

Su caso no es aislado, según datos de la oficina de Correos, se han admitido más de  1.082.000 solicitudes de voto por correo para estas municipales del 28 de mayo.    

Muchos jóvenes demandan formación política  

Hay quien tiene claro su voto, pero también a quien la indecisión acompañará hasta el  último momento. Ángela reconoce no tener clara su elección, y culpa a la falta de formación de las dudas y el poco entendimiento de la política entre la gente de su edad.  

“Me siento preparada para ir allí y meter un sobre en una urna, pero no siento que tenga  toda la información necesaria para escoger. No entiendo la política porque no nos la  explican. Todos sabemos los partidos políticos que existen, pero nadie nos cuenta qué  conlleva nuestro voto”, explica.  

Xiana, en cambio, cree que, aunque falta formación, la responsabilidad debería ser de  cada uno: “a día de hoy tenemos muchas herramientas para enterarnos de los  problemas de la política actual. No se debería responsabilizar a la formación educativa  del desinterés en la política”.  

Esta falta de formación o desinterés, unida a la incomprensión generalizada de la política  y del sistema en general hacen que cada vez la gente joven se aleje más de la actualidad  y de la toma de decisiones en las urnas.  

La Generación Z no siente que la política se dirija a ellos  

Solo en la provincia de A Coruña conviven más de 64.000 jóvenes de entre 18 y 24  años. Sin embargo, estos se sienten “olvidados” por los partidos políticos. Ángela explica  que no ha visto ninguna actividad en la que se incluya a gente joven: “la única acción fue  dar mítines, a mí eso no me conecta”.

Para ella la clave puede estar en la redes sociales, donde cree que sería más fácil que  alguien de su edad se interesara. “En los tiempos que corren lo que más nos conecta son  los redes sociales, mediante las cuales podrían anunciar actividades didácticas y cosas  que enganchen a querer escuchar. A mí que un paisano me dé la chapa no me apetece”.  

Para Maite, la clave está en tener en cuenta a los jóvenes, no sólo durante la campaña  electoral, sino también en la toma de decisiones: 

“Ganarían nuestro interés con la toma de medidas de las cosas que nos interesan de  verdad, y los temas que nos preocupan a nivel más personal. No me refiero a las fiestas  y los viajes, sino a problemas reales que tenemos, como incapacidad económica,  inestabilidad laboral o incertidumbre en el futuro más próximo”, explica.  

Esta es una de las principales reclamaciones de las nuevas generaciones, la de que los  políticos miren más allá de la economía y los principales asuntos de la agenda política y  dediquen algo de tiempo a estas problemáticas.  

Adelantar el voto a los 16 años  

Otro de los debates que cada campaña electoral se levanta es el de si se debería  adelantar la edad a los 16 años. Las tres coinciden en que cada vez hay más desinterés entre los jóvenes, por ello, ninguna considera que se deba adelantar el voto.  

“Creo que sería muy guay tener en cuenta la opinión de todos los jóvenes, pero tal y  como se desvincula a los adolescentes y niños de la vida política y con lo poco que se  educa para ello, creo que a los 16 el nivel de desarrollo de las personas es muy dispar:  habrá quien esté completamente capacitado, y quien no lo esté en absoluto. Tendría  que haber un método de escucha y participación para jóvenes desde edades más  tempranas, pero el voto no me parece uno de ellos”, argumenta Maite.  

Una opinión que respalda Xiana, para quien la frontera de los 18 años tiene sentido: “es  algo muy relativo porque la madurez es muy difícil de medir, pero creo que los 18 van de la mano con el fin de otras limitaciones y es lógico que se pueda empezar a votar a la  par que se puede empezar a beber, por ejemplo”.