El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de A Coruña investigó a 27 personas como presuntos autores de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. La investigación se enmarca en la correcta gestión de gases fluorados —aquellos que consiguen que una determinada instalación permanezca a una temperatura específica— recuperados de los sistemas de aire acondicionado de los vehículos al final de su vida útil.

Durante la investigación el Seprona constató irregularidades en la gestión de este tipo de residuos en un total de 27 de los 28 centros de tratamiento de vehículos inspeccionados. Este tipo de gases deben ser recuperados y acumulados en unas bombonas, puesto que son residuos peligrosos.

Los desguaces deben de presentar las declaraciones anuales de residuos peligroso recuperados de los vehículos al final de su vida útil a la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. Además deben dar conocimiento a la Jefatura Provincial de Tráfico la cantidad de vehículos descontaminados en sus instalaciones, así como la causa por la que se tramita la baja definitiva.

Los informes técnico periciales, que analizaron la documentación de los 27 centros correspondiente a los últimos cuatro años, determinó que la gestión irregular de este tipo de gases podría haber emitido deliberadamente a la atmósfera un total de 26.252 toneladas de CO2. Incluso la Unión Europea prohíbe la liberación de estos gases por su alto potencial de calentamiento global.