Un coruñés amante del salto a la comba crea una comunidad para impulsar esta disciplina
Jose Ramos empezó a practicar esta disciplina debido a que sus largas jornadas de trabajo no le permitían acudir a gimnasios y dos años después quiere seguir el modelo de Estados Unidos e Inglaterra e instaurar la tradición del salto a la comba como método de entrenamiento en España
19 julio, 2020 06:00Barato, versátil y con posibilidad de practicar este tipo de entrenamiento en cualquier lugar, Estos son los principales beneficios del salto a la comba según el coruñés Jose Ramos, que empezó a practicar esta disciplina hace dos años a causa de que se pasaba muchas horas sentado en el trabajo, además de que los horarios le impedían acudir a gimnasios. El objetivo del joven y en el que está inmerso a día de hoy, es crear una comunidad de saltadores y que cada vez este ejercicio gane más adeptos, para lo que ha creado una web en la que escribe artículos sobre actividades con cuerda y salud, además de publicar diversos tutoriales en su cuenta de instagram.
Su estrecha relación con la comba no se limitó al patio del colegio como la mayoría, sino que años después de dejar la infancia atrás se encontró en casa de sus padres una cuerda de su hermano y decidió empezar a saltar para ponerse en forma. Sus inicios fueron en los Cantones, en la zona acolchada del parque infantil (ubicación que modificaba cuando llovía ya que se marchaba al palco de la música) y tras unas semanas practicando se dio cuenta de los beneficios de este tipo de ejercicio "porque había adelgazado bastante".
"Al principio no daba una pero progresivamente le fui cogiendo cariño a la comba. Empecé a investigar en internet y había americanos con rutinas de 30 minutos que hacían combinaciones de saltar a la cuerda y ejercicios funcionales, lo que me aportó más reflejos y coordinación", explica, a lo que añade que en el mundo anglosajón son habituales las competiciones de trucos o saltar a la cuerda haciendo piruetas. Ramos apunta que en España no hay tradición pero que en lugares como Inglaterra y Estados Unidos sí se organizan competiciones de saltar a la cuerda por equipos con acrobacias conjuntas o individuales o saltos cruzando una pierna y luego la otra "casi sin pestañear".
El coruñés comenta que los dobles saltos son "lo que todo el mundo conoce y le gusta" ya que se hicieron populares a raíz de que cada vez más gente practicase crossfit y para motivar a todo el mundo a saltar a la comba, se dio cuenta de que podía hacerlo de manera sencilla y muy gráfica a través de vídeos como los que tiene publicados en sus redes sociales. En ellos no sólo propone rutinas con la cuerda, sino que da consejos sobre cómo saltar o cómo conseguir hacer 100 dobles saltos seguidos, lo que es a su vez su reto personal que está cerca de conseguir, ya que su mejor marca antes de lesionarse hace unas semanas el hombro fueron 70 saltos sin pausa.
"Se pueden hacer infinitas variedades en esta actividad como piruetas, el pino con la cuerda, saltos a una pierna, salto dobles cruzados o lanzar la cuerda al aire y cogerla. La gente piensa que es un ejercicio sin más, los típicos saltos que se hacían de pequeños, pero las variaciones y la dificultad dependen de la imaginación y las ganas de cada uno", cuenta.
10 cuerdas y la cúpula de Matadero y el dique como inspiración
Con el paso del tiempo, Ramos se ha especializado en esta disciplina y comenta que tiene alrededor de 10 cuerdas, ya que dependiendo de su grosor son más o menos aptas para hacer piruetas o dobles saltos, además de otras variantes. El coruñés recomienda a los principiantes empezar a saltar sobre superficies acolchadas o césped y en las rutinas que propone a sus seguidores (que siguen el modelo americano de no exceder los 30-60 minutos) combina opciones como 30 segundos de saltos con otros 30 de abdominales o sentadillas, lo que él denomina "un entrenamiento full body".
Ramos indica que las cuerdas más gruesas son las más adecuadas para los que empiezan, de entre 4 y 5 milímetros, "sin mangos largos ni cortos y que estén acolchados". Por su parte, reconoce que sus cuerdas las utiliza según la ocasión, ya que es diferente cuando realiza entrenamiento de alta intensidad en los que entremezcla dobles saltos que en los que opta por trabajar sobre todo hombros y brazos con cuerdas lastradas (con pesos en las muñecas).
El coruñés rememora con humor sus inicios saltando a la cuerda en A Coruña, ya que se sentía un poco cohibido porque poca gente saltaba en la calle y los transeúntes le miraban, "aunque nunca preguntaban nada", añade entre risas. Sus sitios favoritos para entrenarse con la comba son la cúpula con vistas al mar próxima a la playa de Matadero y la zona que rodea el dique. Ahora se siente orgulloso porque el escenario en cuanto a esta disciplina sea diferente, ya que admite que ha conseguido meter la curiosidad en el cuerpo a familiares y amigos y muchos se han lanzado a saltar.
"En la cuarentena mucha gente se compró la cuerda para saltar en casa y ahora les invito a que la quiten del armario y la lleven a la calle. Es muy beneficioso para el cuerpo ya que te ayuda a coordinar el tren superior e inferior y también los ojos", asegura, al mismo tiempo que deja claro que para él saltar empezó siendo un hobby pero se lo toma enserio. Esto lo demuestra con el profundo conocimiento que está adquiriendo sobre esta disciplina y sus beneficios, ya que se informa continuamente a través de estudios para que los artículos de su blog con consejos a sus seguidores "tengan base científica".
"No quería escribir sin más, sino con conocimiento. Descubrí por ejemplo que saltar fortalece los huesos ya que los microimpactos que se producen con este ejercicio provocan que la masa ósea crezca", relata. Mientras no se recupera de su lesión sigue escribiendo para los saltadores que le siguen y afirma que cuando esté recuperado trabajará intensamente en crear una comunidad española de saltos a la comba y ser pionero en este ámbito, emulando a los proyectos de este tipo que llevan años presentes fuera de España y cada vez más arraigados.