Rincones de Galicia: Monasterio de San Xoán de Poio, en Terras de Pontevedra
A escasos kilómetros de la ciudad de Pontevedra, en una de las zonas más turísticas de Galicia, se encuentra el Monasterio de San Xoán de Poio, un importante foco de cultura a lo largo de la Historia y un modelo arquitectónico de gran belleza.
18 enero, 2021 06:00Un poco de historia
Muy cerca de la ciudad de Pontevedra, dirección Sanxenxo, se encuentra uno de los conjuntos monásticos más interesantes de Galicia, el Monasterio de San Xoán de Poio, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1970. Hay un controvertido debate entre los historiadores sobre su fundación y, aunque la primera referencia documental data del año 982, parece que los orígenes del cenobio son del siglo VII. Sobre ello hay distintas leyendas y teorías, siendo la más difundida la que apunta a San Fructuoso como fundador del monasterio.
A lo largo de la historia, distintos reyes realizaron importantes donaciones al monasterio, lo que contribuyó a aumentar su poder, llegando incluso a hacerse con el dominio de la Isla de Tambo y el cercano pueblo de Combarro, que fueron donados a San Xoán de Poio por la reina Doña Urraca I de León en el s. XII.
Tras la desamortización de Mendizábal en 1836, los monjes benedictinos abandonaron el monasterio, que quedó deshabitado hasta 1890, cuando fue ocupado de nuevo por monjes de la Orden de la Merced de Conxo, que lo rehabilitaron y ampliaron las instalaciones a medidados del s. XX.
Visitando el Monasterio de San Xoán de Poio
Cualquier visita al conjunto monacal debe incluir la iglesia abacial, construida entre los siglos XVI y XVIII, en la que se combinan elementos renacentistas y barrocos. En ella destaca la fachada principal clasicista, con una imagen de San Juan Bautista en su puerta central adintelada. En su interior espera la nave central, con grandes arcos y una magnífica bóveda, además del impresionante retablo mayor de 1631, obra de Bernardo Cabrera, que contrasta con el resto del sencillo templo por su elaborado estilo barroco.
Entrando ya en el monasterio nos tropezamos con su fachada, muy sencilla, y con los claustros que organizan las dependencias monacales. Son dos, el Claustro de los Naranjos, de estilo barroco formado por veintiséis arcos y el Claustro Procesional, compuesto por veinticuatro arcos de medio punto. En medio de éste último hay una bonita fuente, obra del maestro portugués Mateo López, y en sus jardines destaca un enorme hórreo del s. XVIII con algo más de 33 metros de largo y 3,36 metros de ancho, que hacen más de 123 metros cuadrados y lo convierten en el hórreo más grande en superficie de toda Galicia y también del mundo.
Anexo al monasterio se encuentra la parte más moderna del conjunto constructivo, edificada por los monjes mercedarios y que hoy alberga una hospedería donde es posible alojarse, eso sí, en un ambiente austero y monacal.
La biblioteca más importante de Galicia
El Monasterio de Poio conserva una de las bibliotecas privadas más importantes de la comunidad, con dieciséis salas y entre 120.000 ejemplares, muchos manuscritos, aunque se cree que puede haber miles más, pues no hay una catalogación completa de los mismos.
La biblioteca cuenta con verdaderos tesoros entre sus fondos, algunos de ellos expuestos en la planta baja. Entre los ejemplares de más valor destaca la última Biblia políglota, de 1657, y el libro impreso más pequeño del mundo, que contiene el Padre Nuestro en 7 idiomas.
El entorno de San Xoán de Poio
El Monasterio de San Xoán de Poio es una auténtica joya cultural con más de mil años de historia a sus espaldas. Pero además se encuentra en un lugar privilegiado con vistas al mar, teniendo en primer plano la Ría de Pontevedra. Desde sus jardines hay una gran panorámica de esta ría, en la que sobresale la forma ovoide de la Isla de Tambo, a donde antaño se retiraron muchos de sus monjes benedictinos.
En sus inmediaciones está Combarro, uno de los pueblos costeros más bellos de Galicia, por lo que visitar San Xoán de Poio supone no sólo la oportunidad de conocer el antiguo monasterio, si no también la ocasión perfecta para completar la visita con sus interesantes alrededores.
Emma Sexto