La escritora coruñesa Nieves Abarca fue la encargada ayer de dar el pistoletazo de salida al mes de Fiestas de A Coruña con un pregón muy "koruño" que hizo disfrutar y reír a los asistentes, en un repaso por la historia, las leyendas y virtudes de la ciudad de cristal.

Hizo hincapié en la duración de las fiestas: "Coruñeses: Estas fiestas duran un mes. UN MES ni más ni menos. Y es lo que nos merecemos. Por ahí dicen que mientras unos rezan y otros trabajan, nosotros nos divertimos. Tiene una explicación: Coruña es una ciudad hembra de realengo, y por eso puede hacer todas esas cosas a la vez y muchas más. Puede tener la mejor cerveza del mundo. Puede tener dos heroínas que lucharon contra Drake".

Como buena autora de novela negra, también recordó las sombras de la ciudad herculina: "La vida de un coruñés puede contarse por los petroleros que ha visto desgraciarse en nuestra costa".

También imprescindible la velada alusión a lo que otras ciudades gallegas necesitan y de lo que A Coruña está sobrada: "Ya decía Cunqueiro que Coruña era la luz de las ciudades sumergidas. Hay ciudades que necesitan miles de luces en Navidad. Nosotros no las necesitamos, nosotros somos LA LUZ. Nuestro faro guía desde tiempos de Hércules a los navíos hacia su destino y nos guía a nosotros para que lleguemos siempre a buen puerto".

Nieves Abarca con la alcaldesa Inés Rey (Concello da Coruña)

No faltó la alusión a los sabios que ya antaño sabían cómo disfrutar de algunos de los mejores rincones de A Coruña, aunque no saliese gratis: "En Coruña aún tenemos tascas, tascas como las que frecuentaba Urbano Lugrís, pintor insigne, cronista, poeta, eterno buscador de la Atlántida coruñesa. Lugrís pagaba sus cuncas de vino en pinturas, en dibujos sobre la madera que se han perdido porque él pertenecía a la casta de los bohemios de la novela, a los que prefieren soñar a atesorar".

El mar de la ciudad rodeada por el Atlántico y la emblemática arquitectura de La Marina marcaron un punto álgido en el discurso: "Tenemos lanchas de pescadores varadas en San Roque, en El Portiño, en As Xubias… tenemos pueblos y puertos dentro de la ciudad, detenidos en el tiempo, casas antiguas, galerías marineras que desafían el feísmo del ladrillo".

"El mar que nos define y nos rodea. El Atlántico, a veces cruel y siempre adictivo. Todo coruñés que se precie pasa varios días, varios meses, varios años fuera de la ciudad y solo piensa en volver a sentir el olor de las algas, el olor del mar, ese olor peculiar, sulfuro de dimetilo se llama, que detectamos al abrirse las puertas del tren o del avión que nos ha traído de fuera y devuelto a la patria".

Aunque no eligió entre "La Colón o La Italiana", se atrevió a mencionar a las mejores churrerías de España: "Tenemos las dos mejores churrerías de todo el país: El Timón y Bonilla. ¿Cómo no nos vamos a merecer un mes entero de fiesta?"

Abarca contó también una anécdota desternillante sobre "una de las mejores escritoras españolas (…) una mujer libre, inteligente, talentosa y muy ardiente". "Cuenta por ahí la leyenda que mientras (Emilia Pardo Bazán) se enrollaba con Pérez Galdós en un carruaje a todo galope por Madrid, lanzaba las bragas por la ventana llevada por la pasión"

"Mis amigos, al enterarse de que iba a dar el pregón, comenzaron a hacerme peticiones como si un pregón fuese un programa a lo “Música y estrellas”. Saluda a mamá y a tercero de la ESO. Me pidieron que hablase de Luis Suárez, nuestro balón de oro. De Arsenio. De Cañita Brava. Si podía matar a alguien durante el pregón (esa era la más repetida). Y otra que también se repitió varias veces fue el deseo de que hiciera un “Caloret Faller” desde el balcón. Aquí haría un “entretiempo con Rebequita”."

Finalmente, enfundando su mano en el guante de los superpoderes de "Los Vengadores" lanzó "una petición al universo": "QUE EL DEPOR ASCIENDA A PRIMERA Y QUE LAS CHICAS GANEN LA LIGA".