Casi tres décadas después de su muerte le llegó un gran reconocimiento: el día de las Letras Galegas fue dedicado a su obra. Sin embargo, el reconocimiento que le llegó en vida a Francisca Herrera Garrido, no se llegó a completar. Fue la primera mujer elegida para ingresar en la Real Academia Galega pero extrañamente nunca llegó a ocupar asiento en la institución.
Hoy se cumplen 69 de la fecha de su muerte, el 4 de noviembre de 1950, mientras esperaba a que pusieran fecha al día en que por fin daría su discurso de ingreso en la Real Academia Galega. Un discurso titulado
"Rosalía de Castro y los poetas de raza" con el que ella a su vez homenajeaba a su musa Rosalía y que nunca llegaría a pronunciar ante los académicos.
En marzo de 1945 recibió una carta en la que le comunicaban que la habían elegido para ocupar un asiento en la Academia, lo que la convertiría en la primera mujer en recibir ese honor. Una plaza que nunca llegó a ocupar por vueltas del destino, o más bien una acumulación de retrasos en los trámites para hacerlo efectivo.
Dos años fueron necesarios para que la Academia designara a la persona encargada de escribir la respuesta de aceptación al discurso enviado por Francisca, que ella remitió solo unas semanas después de que le fuera comunicada la noticia.
Tuvieron que transcurrir otros dos años para que el académico Antonio Couceiro Freijomil escribiese la respuesta, y por último, en los meses en los que se estaba decidiendo una fecha para el ingreso efectivo de la que iba a ser la primera mujer sentada en la Academia, sobrevino la muerte de Francisca, que ya llevaba meses enferma.
Segunda mujer en las Letras Galegas
La historia de esta poetisa y novelista coruñesa es una historia de "casis". Cuando faltaban unas semanas para la fecha de su boda, su prometido falleció víctima de la turberculosis y nunca se llegaría a casar tras este golpe. Le tocó vivir la Guerra Civil en Madrid, y luego regresó a A Coruña, donde se instaló con su hermana en la Ciudad Vieja.
Gran admiradora de Rosalía de Castro, a quien llegó a dedicar una obra en 1925, destacó por sus poemarios, aunque también fue autora de relatos, siendo su obra más célebre "Néveda". Manuel Murguía, marido de Rosalía, prologó uno de los poemarios de Francisca Herrera titulado "¡Almas de muller! … volallas na luz!".
A su historia hay que buscarle el final feliz años después de su muerte. En 1987 se convirtió en la segunda mujer en la historia, después de su admirada Rosalía, en ser homenajeada en el Día das Letras Galegas. El 17 de mayo de hace 32 años, se rindió homenaje a Francisca Herrera, a quien hoy se considera como la primera mujer en la Real Academia Galega, aunque nunca se llegase a escuchar su voz en la sede de la institución.