Imagen de archivo de calabazones preparados para la celebración

Imagen de archivo de calabazones preparados para la celebración Cedida

Cultura

Cedeira (A Coruña), la cuna del Samaín en Galicia

La villa fue la primera localidad gallega que retomó y puso nombre a esta celebración presente en antiguas civilizaciones

29 octubre, 2022 06:00

Corría el año 1990 cuando un grupo de cedeireses y cedeiresas decidieron recuperar una tradición como el tallado de calabazas. Los niños de la época jugaban a coger melones, como llaman a ese vegetal anaranjado en la localidad, y los vaciaban para ponerles dentro una vela y asustarse unos a otros. Se trataba de un juego de otoño, que no relacionaban con ninguna festividad concreta pero que tenía una gran historia detrás, a pesar de que en aquel entonces no había apenas información al respecto de lo que hoy conocemos como Samaín.

Esa fue la semilla que germinó en Cedeira, primera localidad en la que se instauró la celebración y donde se la bautizó como Samaín en honor a un dios celta. Rápidamente se extendió por toda Galicia en lo que se puede considerar la nueva era de una fiesta presente en todas las civilizaciones y en la que se celebraba la muerte del sol en la noche que vuelve a salir por la mañana, o la muerte de las plantas en invierno que reviven en primavera. Es decir, el mito de la muerte y resurrección.

Carlos Labraña es uno de los miembros de Amigos do Samaín, entidad que impulsa esta celebración cada año en Cedeira junto al Concello, los colegios de la localidad y otras asociaciones. La de este año será la edición número 32 y Carlos asegura que a principios de la década de los 90 "esto no se celebraba en ningún sitio, recuerdo que venían cadenas de televisión de toda España que pasaban aquí el fin de semana" para mostrarlo. Era tal la falta de información al respecto de esta celebración en el momento, que en los primeros años de andadura se invitaba a investigadores y antropólogos para que aportasen más datos sobre la misma. Además del tallado de calabazas, los vecinos y visitantes de la villas participaban en un pasacalles por la zona vieja, que se mantiene a día de hoy y que es uno de los principales atractivos, en el que los pasos de los asistentes estaban iluminados únicamente por velas.

A partir de esta iniciativa vecinal, el Samaín se empezó a celebrar también por diferentes puntos de la comarca de Ferrolterra y del resto de Galicia, dando lugar a numerosos eventos festivos a lo largo y ancho del territorio que en este puente llenarán las agendas de los gallegos. Labraña asegura que una de las claves de este éxito fue el hecho de que "la gente vio esta fiesta como propia, sintieron que estaban rememorando algo".

Desde la asociación, destacan el carácter de reencuentro con los muertos que tiene Samaín por encima de cualquier parecido que se le pueda atribuir con la festividad americana de Halloween. Si bien "en la oscuridad puede haber miedo, lo principal es que era una fiesta de reencuentro, pero fue muy pervertida, se criminalizó, y no podemos verla como una fiesta comercial de miedo, vampiros y brujas", asevera. Es por eso que no fomentan que los niños y niñas acudan disfrazados, para mantener la esencia original, pero aquellos que deseen portar disfraces serán igual de bienvenidos.

Pasacalles de 2019. Imagen cedida

Pasacalles de 2019. Imagen cedida

Imagen: cedeira.gal

Imagen: cedeira.gal

Desde Amigos do Samaín invitan a todo aquel que lo desee a disfrutar de esta celebración para mantener viva la tradición. "Hay un cariño especial por el Samaín de Cedeira, sigue conservando esa cosa de ser el primero en Galicia y es impresionante", añade Carlos Labraña.

Programación para hoy, sábado

Las carpas instaladas en el paseo da Mariña acogerán a partir de las 17:00 horas la exposición de calabazas talladas, tanto de las que fueron hechas en los talleres que se celebraron ayer como de aquellas que aporten las personas que lo deseen.

A lo largo de la tarde, además de continuar preparando calabazas, una casa del terror abrirá sus puertas a los más valientes y se celebrará una merienda de otoño, con la tradicional bolla de azúcar y requesón. El momento más emotivo y esperado, el pasacalles por el casco antiguo, comenzará a las 20:30 horas.