Entre bailes e influencers, el arte se hizo hueco en TikTok. En 2020 el Museo del Prado comenzó su andadura en esta red social, con vídeos amenos que invitan al usuario a pasearse y descubrir los secretos de la pinacoteca. Años después, es el museo con más seguidores del mundo, con reconocimientos como una reciente nominación a los premios Webby, conocidos como los "Oscar de internet".
Bernardo Pajares es natural de Bamio, una aldea de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) aunque ya lleva más de 10 años por los pasillos del Museo del Prado, primero como vigilante de sala y ahora como uno de los responsables de la cuenta de TikTok de la institución. Su voz nos lleva a conocer los secretos de las salas y obras del Museo, habla con las restauradoras y resuelve las dudas de los seguidores. Un trabajo al que llegó en la pandemia, cuando su compañero Javier Sainz, responsable de comunicación digital, decidió apostar por esta red para llevar el museo a nuevos públicos.
La voz de Bernardo no es solo conocida para los usuarios de TikTok, también forma parte del podcast Arte Compacto, junto a Juanra Sanz. Un programa en el que viajan por varias obras de arte, museos o tendencias con gran complicidad, contando en ocasiones con voces de expertos. Una labor divulgativa y de investigación que destaca por su compromiso con el arte LGBTBIQ+ o la reivindicación de las mujeres artistas.
Curiosidades con los expertos del Prado
Si tradicionalmente la percepción del público sobre los museos es de lugares cerrados o elevados, cuentas como la del Prado muestran una cercanía con la que el usuario siente que tiene una visita guiada con las personas que mejor conocen las obras. Los vídeos con las restauradoras, por ejemplo, despiertan vocaciones en los comentarios: "nos preguntan qué tienen que estudiar para poder hacer ese trabajo", cuenta Bernardo. Además, resuelven curiosidades que pasan desapercibidas en una visita física, como dónde se encuentran algunas firmas en las obras o dónde situarte para contemplar El Lavatorio de Tintoretto, este último el mayor éxito de la cuenta. Una pasión por el arte que se representa en un canal digital de una forma fresca y entusiasta, que a veces pasa desapercibida al pasear por los silenciosos pasillos del Prado.
"La voz del museo en TikTok surgió de una forma muy natural, comenzamos a hacer vídeos con un tono fresco, siendo el Museo del Prado, pero jugando a contar las historias que hay en las obras para un público que no tiene por qué saber nada, sin hacer un examen. Los vídeos llegan a gente que no sabe ni donde está el Prado, lo que es buenísimo", explica. Este trabajo "de hormiguitas" hizo que los números comenzaran a aumentar, llegando a los 470.200 seguidores con vídeos que superan el millón de visualizaciones. Todo esto sin perder el rigor y el afán de divulgación, de la mano del equipo del museo "encantado de colaborar".
Los favoritos de las visitas célebres
Pajares y Sainz se encargan de todos los aspectos de producción de los vídeos, desde el guion hasta la edición. Además, deben estar atentos a las novedades en tendencias o funcionalidades o a las visitas que reciben en la institución, ya que algunas celebridades hicieron apariciones en vídeos. Hace unas semanas el actor británico Brian Cox causó sensación en internet al confesar en un vídeo del museo que relacionaban a su personaje de Succession con la obra Saturno devorando a sus hijos. Otro caso fue durante la visita a Madrid del director de cine Tim Burton, que enseñó para TikTok su fascinación por El jardín de las delicias. "Son vídeos que surgen de forma natural, sin hacerle la encerrona a nadie. Si durante la visita están con alguien de redes y los vemos entusiasmados, pedimos grabarlo", explica Bernardo.