¿Quién era San Froilán? La historia tras el patrón de Lugo
La ciudad calienta motores con las barracas montadas, las casetas de pulpo en pie y con vecinos animados por una nueva edición de las fiestas. Pero, ¿Quién es realmente el hombre que les pone nombre?
1 octubre, 2023 05:00La fiestas más esperada para muchos lucenses, junto al Arde Lucus, está a punto de comenzar. El San Froilán 2023 calienta motores con las barracas montadas, las casetas de pulpo en pie y con vecinos animados por una nueva edición de las fiestas. Los festejos durarán del 4 al 12 de octubre y vuelven por todo lo alto con conciertos como La M.O.D.A, Carolina Durante, The Rapants, Grande Amore y Rayden.
Durante sus fiestas Lugo permanece llena de vida y desenfado. Si bien, las fiestas patronales de la ciudad no siempre fueron así. En un inicio la figura de San Froilán era lo más importante de las fiestas. Es uno de los santos más relevantes en Galicia y León, pero ¿Quién fue realmente San Froilán?
Infancia en Lugo, adultez en León
Nació en el año 832 en Lugo, en O Regueiro das Hortas. La ubicación es de lo más curioso, ya que cruza de forma directa la ruta Primitiva del Camiño de Santiago: el patrón de Lugo estuvo relacionado desde los primeros minutos de su vida con el cristianismo. Así lo relata el director del Museo Diocesano Catedralicio de Lugo, Marcos Gerardo Calles Lombao, en una conversación con Quincemil.
Cuentan los dichos que procedía de una familia adinerada, detalle que hace aún más llamativo el lugar en el que nació ya que en aquellos tiempos las familias de nobles solían vivir dentro de la gran Muralla que protegía la ciudad. Los primeros años de su vida los pasó en Lugo formándose como sacerdote, aunque nunca se llegó a ordenar.
Con 18 años decide mudarse a O Bierzo para iniciar una labor evangelizadora con San Atilano, el que más tarde sería el primer obispo de Zaragoza. Gracias al papel de ambos hoy día Zamora cuenta con enclaves tan impresionantes como el monasterio de San Salvador de Tábara o el de Santa María de Moreruela.
Su vida personal y religiosa realmente se desarrolló en León. Por ello en el año 900 fue el pueblo el que pidió que fuese nombrado obispo. Cinco años después, falleció. Su cuerpo todavía descansa en un arca en la capilla mayor de la Catedral de León. A día de hoy San Froilán es patrón de León y de Lugo.
Los milagros del Santo
La figura de San Froilán se representa con un lobo. En los altares, fotografías y celebraciones dedicadas al santo es habitual encontrar la figura de un lobo, esto sólo se puede entender conociendo los tres milagros obrados por el Santo:
- El milagro del lobo: Cuenta la tradición que San Froilán tenía un asno que llevaba sus libros. Un día, en plena ruta, se toparon con un lobo que decidió devorar al asno de San Froilán. Sin embargo, el patrón de Lugo fue quién de domar al depredador que a partir de ese momento pasó a tener el papel del asno: llevarle los libros a San Froilán.
- El milagro de las palomas: cuenta la historia que en uno de sus viajes a la montaña San Froilán vio venir volando dos palomas, una negra y otra roja. Ni corto ni perezoso el santo las dejó en su boca, evitando así que picoteasen su boca.
- El milagro de las brasas: San Froilán llenó sus boca con unas brasas, pero no llegaron a quemar su boca. Una de las teorías asegura que no dañó sus labios porque Dios no podía permitir que se quedase sin evangelizar al resto de pueblos.
En el coro de la catedral de Lugo hay una imagen que reproduce a San Froilán con los lobos. La escena con las palomas, por ejemplo, quedó inmortalizada en el retablo de la catedral de León.
La devoción de Lugo por San Froilán
La vida de San Froilán y su relación con Lugo es un misterio. Poco o nada se sabe de los años que pasó en la ciudad. La única información que se tiene de él es la que escribió Juan Diácono en el 1020, quince años después de la muerte del santo. Pero, ¿por qué es tan importante entonces para Lugo?
El punto de inflexión para que San Froilán tuviese tantos fieles en Lugo fue la llegada de la reliquia a la ciudad: un fragmento de la tibia del santo. Está guardada en una pieza de joyería que únicamente se saca del museo de la catedral, su ubicación habitual, durante la misa del 5 de octubre dedicada al santo. Es la misma fecha en la que murió. La misa tiene lugar en la catedral a las 12:00 horas y los fieles pueden besar la reliquia a modo de respeto o veneración al patrón de Lugo.
Aunque no es tan conocida, en Lugo hay otra reliquia del santo. Se trata de un hueso muy pequeño del patrón. Se guarda de forma permanente en la sacristía de la catedral y no hay datos de cuándo llegó a la ciudad.