A Coruña ha demostrado ser una ciudad muy fotogénica. Las imágenes de la ciudad que inundan las redes sociales no son casualidad. Sin embargo, el mundo del cine se resistió a usar la ciudad herculina como plató. Hasta la segunda mitad del siglo pasado no se rodó gran cosa en la ciudad y solo con la llegada del XX se produjo un bum de grandes empresas audiovisuales interesadas en la belleza coruñesa.
¿Sabías que en A Coruña se rodó la primera película del cine gallego? ¿Y que María Pita sirvió para ambientar una película de gánsters? ¿O que en Feáns se rodó una de las series de adolescentes que arrasó en el 2000? Te contamos la historia de A Coruña en la gran pantalla.
José Sellier, el precursor del cine gallego
Para encontrar el origen del cine en Galicia hay que remontarse al siglo XIX. José Sellier Loup se trasladó de su Francia natal a A Coruña con su mujer y su hijo. Aquí comenzó a trabajar de fotógrafo y retratista. Se interesó por los avances en el mundo de la imagen y por el trabajo de los hermanos Lumière, pioneros del cine.
En 1897 les compró un cinematógrafo y organizó las primeras sesiones de cine en la ciudad el 23 de mayo de aquel año. Además de mostrar cintas extranjeras, Sellier Loup rodó y exhibió las primeras obras gallegas. Su trabajo titulado Entierro del General Sánchez Bregua rodada el 20 de junio de 1897 se considera la primera película gallega. Durante el siguiente año rueda otras muchas piezas: San Jorge, Salida de misa, Fábrica de carbón, Matadero, salida de operarios, Orzán, oleaje, Desembarco de los heridos de Cuba en nuestro puerto y Temporal en Riazor.
En el siglo pasado
El siglo XX no dejó en la ciudad imágenes de grandes rodajes cinematográficos. La historia del cine español se desarrolló entre Madrid y el Mediterráneo y fueron pocas las aportaciones a la filmoteca de A Coruña hasta los 90.
Hay que remontarse a 1957 para recordar una gran producción rodada mayoritariamente en la ciudad. Se trató de Camarote de lujo, de Rafael Gil, basada en una novela de Wenceslao Fernández Flórez. Fue un rodaje muy mediático, que atrajo la atención de miles de coruñeses, que jamás habían visto el despliegue de una producción cinematográfica en la ciudad.
En 1965 Fernando Palacios escoge A Coruña para el rodaje de La familia y uno más. En la película se pueden ver lugares como la Marina o el Hotel Finisterre, donde se hospeda Alberto Closas, el protagonista. Fernández Flórez inspiró también a Nieves Conde para rodar en los setenta Volvoreta, que se estrenaría en 1976. María Pita o la Ciudad Vieja fueron algunos de los lugares escogidos de la ciudad para la producción.
El bum del nuevo siglo
Con la llegada del siglo XX se produjo un bum de producciones nacionales en nuestra ciudad. Hay que destacar el gran éxito de la película Mar adentro de Amenábar, que ganaría el Oscar a la mejor película extranjera. En esta obra del 2004 que narra la vida de Ramón Sampedro tiene escenas rodadas en la plaza de Galicia y en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Hubo también varios directores gallegos que escogieron la ciudad para sus películas. Es el caso de Jorge Coira, que rodó entre A Coruña y Lugo El año de la garrapata. Este film estuvo protagonizado por Víctor Clavijo, Javier Veiga o Verónica Sánchez. También se rodaron en la ciudad otras producciones como El regalo de Silvia, León y olvido, Agallas, El invasor, Diario de un skin o Cuando vuelvas a mi lado.
Gran notoriedad tuvo el rodaje de O Lapis do carpinteiro, dirigida por Antón Reixa y basada en la novela de Manuel Rivas. La película recrea los fusilamientos franquistas ocurridos en la Torre de Hércules.
Dani de la Torre, un fijo
Las dos primeras películas del director monfortino Dani de la Torre llevan impreso el sello coruñés. Se trata de uno de los realizadores más prometedores del cine español y saltó a la palestra con su ópera prima, rodada íntegramente en la ciudad.
El desconocido comienza en Oleiros y se desarrolla casi totalmente en exteriores coruñeses. Podemos ver lugares como la plaza de Vigo, el Aquarium o el Puerto. El argumento gira en torno a un hombre recibe una llamada mientras está en el coche. Un desconocido le avisa de que tiene una bomba bajo el vehículo que se detonará si no reúne una gran cantidad de dinero.
Salvando las inconcruencias propias de una producción de estas características en algunos trayectos por las calles de la ciudad, solo reconocibles para los coruñeses, es una película que muestra con nitidez como es A Coruña. Curiosamente, Jorge Coira, del que ya hemos hablado, se llevaría el Goya al mejor montaje por este título.
Su segunda película, La sombra de la ley, también se rodó parcialmente en la ciudad. El palacio de María Pita, entre otras localizaciones, sirvió como decorado para ambientar este thriller de gansters de los años 20. Además, este proyecto está doblemente vinculado a la ciudad, pues su banda sonora fue grabada en el Palacio de la Ópera por la Orquesta Sinfónica de Galicia.
En la pequeña pantalla
Pocos recordarán que Feáns acogió el rodaje de una popular serie de adolescentes de comienzos de siglo. Se trató de Nada es para siempre, de Antena 3. Esta ficción transcurría en el colegio Obradoiro y sus jornadas de trabajo se llevaban a cabo cuando los alumnos reales terminaban sus clases.
También hay que recordar que numerosas producciones estrenadas en la TVG han tenido como set de rodaje las calles coruñesas. Es el caso de Matalobos o Serramoura. Más recientemente, otra de las producciones con repercusión nacional que se rodó en A Coruña fue Fariña. Aunque la trama central de esta ficción basada en el libro del coruñés Nacho Carretero se desarrolla principalmente en las Rías Baixas, también se relata los vínculos de un narcotraficante colombiano con la ciudad herculina.