La entrañable Benedicta y la fotografía de Mauro Herce traen dos Goya a Galicia

“Díganme cosas para que yo pueda decirlas porque sino me quedo enmudecida”, decía ayer la gallega Benedicta Sánchez, de 84 años, a los presentes en gala de la 34º edición de los Goya cuando subió al escenario a recoger su premio a mejor actriz revelación. La anciana ha conseguido un debut redondo en el cine, ya que su primera aparición en la gran pantalla le ha otorgado un reconocimiento que muchos intérpretes consiguen tras años de carrera o incluso nunca. Su galardón fue el primero en entregarse y su humilde discurso emocionó a los asistentes y a todos aquellos que la vieron a en sus casas por televisión.

A su éxito se une el de su compañero y director de fotografía de O que arde, Mauro Herce, cuyo impecable trabajo fue reconocido con una estatuilla. Su nombre estaba en la mayoría de las apuestas por el impresionante resultado que se aprecia en el film gallego en las escenas donde el fuego lo devora todo, creando un sinfín de sensaciones en el espectador.

Estos triunfos le otorgaron a Galicia mucha presencia en la gran noche del cine español, donde Luis Tosar se quedó sin su reconocimiento a mejor actor protagonista, que recogió un agradecido Antonio Banderas (es el primer Goya para el malagueño) y el director de O que arde, Oliver Laxe, no consiguió alzarse como mejor director. Sin embargo, el largometraje gallego antes de llegar a los Goya no ha parado de cosechar éxitos, ya que en su haber cuenta con el Gaudí a la mejor fotografía y mejor película europea, el premio del jurado en el Festival de Cannes en la sección Un Certain Regard y también ha sido reconocida en otros certámenes como el Chicago Film Festival, el Festival Internacional de Cinema de Mar del Plata, el Festival de Cine de Autor de Belgrado y en los Premios Feroz y Forqué, entre otros.

“Que no se olviden de la yaya que les quiere mucho”

“Eu son galega y quiero también el Goya para Galicia, a miña terra meiga. Esto es para mi hija y mis queridos nietos, Adrián y Pau, que no se olviden de la yaya que les quiere mucho”, afirmó Benedicta Sánchez al final de su intervención en el escenario de los Goya después de preguntar “si era suficiente y si se podía ir” haciendo gala de su sencillez y espontaneidad.

La intervención fue una de las más comentadas y sentimentales de la noche y posteriormente en la foto de familia de ganadores, la anciana aprovechó para cruzar unas palabras con el galardonado director Pedro Almodóvar que le respondió con cariño y gestos de complicidad.