Los ferrolanos tenemos una idiosincrasia propia que, en ocasiones, no es bien entendida desde fuera, pero que es parte inequívoca de la identidad de una ciudad histórica. En ese ADN está nuestro carácter contestatario y, también, el espíritu crítico. El estado de la ciudad preocupa y, en ocasiones, olvidamos esas pequeñas grandes cosas de las que sentirnos orgullosos y el cine es un magnífico antídoto para combatir esta desazón.
Cine hecho en Ferrol, nacido de la mente de uno de los nuestros y filmado prácticamente en su totalidad en las calles y rincones de la ciudad.
Todo eso será ‘La parra’, el proyecto personal de Alberto Gracia (Ferrol, 1978) que se rodará durante todo este mes de febrero en la urbe naval con la clara voluntad de disipar las dudas que puedan existir sobre que "el cine nos roba" para dejar claro que el séptimo arte "lo único que hace es dar".
"Seremos treinta personas currando" y esto se traduce en nóminas y altas en la Seguridad Social, además de las pernoctas o las comidas que se sucederán durante los días de un rodaje que será, sin duda, especial para Alberto.
La visión de un hijo de la reconversión naval
Alberto aportará el mejor contexto posible a ‘La parra’, el de su experiencia vital en una ciudad que afrontaba los primeros efectos de la reconversión del naval. El título de la película es un homenaje a un escenario que cobrará protagonismo durante el metraje, el de la mítica pensión ‘La parra’ y el del bar homónimo que se ubicaba en la calle Pardo Baixo.
El bar de cabecera del Alberto adolescente, que recuerda que su amigo Adolfo trabajaba allí de camarero y que él y su grupo de amigos se pasaban allí horas y horas en las que fue conociendo a gente diversa y, sobre todo, a "personas que te marcan".
El ambiente que el director ferrolano vivió en esta segunda casa es extrapolable a la ciudad en su conjunto y, precisamente, "el espíritu de La Parra" y todo ese enramado será clave en la película.
Un relato en el que, sin hacer spoilers, el protagonista es un escritor al que ha vencido la desidia y que se mimetizará con ese Ferrol en permanente estado crítico. "No se trata de una mirada por encima del hombro", detalla el director que tiene claro que la película es un juego de espejos en el que protagonista y ciudad se reconocerán mutuamente.
‘La parra’ es, en definitiva, la oportunidad de poder mirarse a través de la gran pantalla, despojados de todo complejo, abrazando el "espíritu de La Parra".
Trabajo frenético
Alberto busca con su equipo localizaciones y vive jornadas frenéticas previas a un rodaje que contará con una mezcla de actores profesionales y amateurs. El director considera que sería demagógico venir a Ferrol a contar su historia y no implicar a la propia ciudad, a sus habitantes, en el relato y defiende que "este tipo de cine guarda una verdad que no se encuentra en el cine profesional".
Desde Quincemil buscamos conocer más detalles e interrogamos al director sobre cuándo se podrá ver ‘La Parra’ en las salas de cine, aunque Alberto tiene claro hasta dónde se puede leer. "Hasta que no tienes el material, no sabes el alcance que tendrá la película" y esto hace que se proyecte como un proceso para digerir "con calma y buena letra".
El "cine tiene vida propia", detalla Alberto que es consciente de que su idea inicial irá mutando según avancen los días de trabajo. Lo que sí nos puede adelantar, el director ferrolano, es que "no habrá problema en estrenar en Ferrol" porque, señala, "el ayuntamiento nos ha ayudado muchísimo".
Decían en uno de los diálogos más memorables de Cinema Paradiso que "la vida no es como la has visto en el cine, la vida es más difícil" y Alberto Gracia trabaja ya, como buen ferrolano, en llevar la contraria y poder captar la identidad de Ferrol, a través de una película que nos permita apreciar la realidad desde la raíz de ‘La Parra’.