Elena Neira, la especialista gallega en distribución audiovisual: "Estamos bombardeados de oferta"

Elena Neira es uno de los nombres con más peso en la investigación de nuevos modelos de distribución audiovisual. Profesora de estudios de Comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y en la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) y colaboradora habitual de los programas especiales de  Movistar+ en las galas de los Emmy, los Globos de Oro y los Óscar. Entre sus libros destacan El espectador social (Editorial UOC, 2013) y La otra pantalla (Editorial UOC, 2015). Su último libro es Streaming Wars: la nueva televisión (Libros Cúpula, 2020), un ensayo sobre cómo vemos la televisión hoy en día.

Considerada por Forbes como una de las 50 mujeres más influyentes del sector, estará el lunes 29 en las instalaciones de la productora CTV de Santiago de Compostela ofreciendo una conferencia bajo el título “Tendencias del audiovisual en la posguerra del streaming”. La ourensana hablará de ventanas de distribución, publicidad, retos de los medios convencionales, audiencias, el papel de la inteligencia artificial, nuevos contenidos y formatos.

Imaginamos que tiene una relación cercana con Galicia ¿Cómo recibe esta invitación para dar una conferencia en su tierra?

Soy gallega. Aquí crecí y pasé mis años de estudiante. Vuelvo siempre que puedo a ver a mi familia porque a pesar de llevar más de 20 años viviendo en Barcelona la morriña siempre me acompaña. Tener la oportunidad de volver a mi tierra de la mano de una productora con la trayectoria de CTV me llena de ilusión.

En su último libro maneja el término binge watching. ¿Cómo podemos entender en qué consiste? ¿Nos relacionamos de forma compulsiva con el consumo audiovisual?

El binge watching (del inglés, atracón de visionado) consiste en el consumo de varios capítulos de una serie episódica, pensada para ser vista semana a semana. Este visionado de una sentada, que comenzó a popularizarse en la época de los Torrent piratas, recibió el espaldarazo definitivo cuando Netflix decidió usarlo como su fórmula de estreno para generar concentraciones de consumo y, por extensión, más conversación en torno a la serie. El resto de las plataformas, salvo algunas excepciones, han decidido abrazar el mismo modelo lo que de alguna manera ha influido en esa compulsión tan frecuente en el espectador de hoy en día. 

Su último libro, Streaming Wars: la nueva televisión (Libros Cúpula, 2020).

Escribía en un artículo que “el sofá nos vuelve más indulgentes y tolerantes con una película mediocre” ¿Somos, por lo general, masa poco crítica?

Yo diría que más que poco crítica somos una masa muy cómoda y tendemos a entrar en una suerte de piloto automático mental, también en el ámbito del streaming. Estamos tan bombardeados de oferta y saturados de alternativas que muchas veces preferimos conformarnos con un producto mediocre que enfrentarnos a la ardua tarea de buscar activamente una alternativa mejor. 

Últimamente se habla bastante de la infidelidad de plataforma ¿Qué es?

Se refiere al fenómeno de estar abonado únicamente unos meses a una plataforma para luego darse de baja y contratar otra. Con el boom de las plataformas y la crisis económica un porcentaje creciente de la población no le ve sentido alguno el tener contratados los servicios los doce meses al año y opta por ir picoteando aquí y allá. 

Con respecto a la fidelidad, he leído en alguna entrevista que era abonada a Netflix incluso antes de que comenzasen a producir contenido original. ¿Lo suyo es una relación de amor como las de antes? 

Contraté Netflix en 2012 con la ayuda de una VPN, más movida por cierta curiosidad que por un interés concreto. En aquellos años la industria había abrazado el discurso de que nadie estaba dispuesto a pagar por contenido on line y me parecía admirable la odisea de esa compañía norteamericana, dispuesta a luchar por el streaming de video con casi todo en contra. 

¿Sigues algún tipo de dieta como consumidora?

En cuanto a mi dieta como consumidora, diría que soy omnívora. Me gusta la programación de calidad, pero también las cosas más facilonas. Veo cosas semana a semana, pero también me pego maratones. Algunas las veo en la tele, y otras en la tableta y en el móvil. Veo cosas de géneros distintos y también de procedencias distintas. ¡Tengo al algoritmo loco! 

Elena es colaboradora habitual de los programas especiales de Movistar+ en las galas de los Emmy, los Globos de Oro y los Óscar.

Todavía escuchamos a quienes no quieren subirse al carro digital ¿Es posible sobrevivir de ese modo?

Creo que cada vez menos. La pandemia fue el espaldarazo definitivo para que la mayoría tardía se subiese al carro del consumo en streaming. Es como todo: si las empleas de manera sabia y les sabes sacar partido, son una puerta abierta hacia un océano de oferta. 

Con el auge de las plataformas las televisiones tienen que reconvertir su ficción ¿Por dónde puede verse la luz? ¿Hay algo que hacer para que los espectadores se queden en una cadena?

Creo que las cadenas de televisión tienen ante sí el mismo reto que el resto de los medios: ser relevantes. Estamos viendo cantidad de ejemplos de televisión lineal, de la de toda la vida, convertida en fenómeno de masas. Creo que es importante tratar temas que importen de verdad y que conecten con el público. Y, sobre todo, hacer una ficción que esté a la altura de la rigidez de la experiencia televisiva. 

Y si los productos han evolucionado y los espectadores los consumen de forma diferente ¿Está actualizada la forma de medir las audiencias?

En absoluto. Ahora mismo tenemos tantos puntos de entrada de información y disciplinas de consumo tan diversas que es francamente difícil establecer una forma de medición que sirva para todos. Además, los nuevos players operan, a excepción de Netflix, con una falta de transparencia alarmante. Es, sin duda, una de las grandes asignaturas pendientes. 

Hace algo más de un año comentaba que ver su nombre junto al de otras mujeres que admira tanto en la lista Forbes le emocionaba ¿Qué supone un reconocimiento así?

Lo recibí con alegría y mucha humildad. Compartir espacio con mujeres de la profesión con una influencia tan activa en el audiovisual es, sin duda, un estímulo para continuar con mi trabajo de investigación y divulgación. 

Por último, cuéntenos cuál es su relación con Galicia (personal y profesional) y cómo ha recibido la invitación para dar la conferencia en la productora CTV.

Soy gallega. Aquí crecí y pasé mis años de estudiante. Vuelvo siempre que puedo a ver a mi familia porque a pesar de llevar más de 20 años viviendo en Barcelona la morriña siempre me acompaña. Tener la oportunidad de volver a mi tierra de la mano de una productora con la trayectoria de CTV me llena de ilusión.