Los lavaderos son algo tan propio de Galicia como lo son los hórreos. La imagen de las mujeres frotando las sábanas alrededor de la pila comunitaria de las aldeas nos hace remontarnos a los años 40 en adelante, cuando las amas de casa aprovechaban esos momentos del día para juntarse con sus vecinas y charlar, sin dejar de atender las labores del hogar.
Con el invento de la lavadora, el trabajo de estas mujeres quedó en el olvido, sin llegar a ver a hombres en esta posición. En pleno siglo XXI, ya apenas quedan lavaderos, y los que quedan ni se usan. Pero los autores del cortometraje Lavadoiro quisieron visibilizar esta obra arquitectónica en el que las protagonistas son las mujeres y el lavadero el escenario principal.
La arquitecta y fotógrafa Ana Amado, junto con un equipo multidisciplinar que integra al arquitecto Carlos Seoane, al arquitecto inglés residente en la zona, David Chipperfield y al cineasta gallego Lois Patiño diseñaron la pieza audiovisual que podría llegar a ser candidata de los Goya tras haber obtenido el primer premio de uno de los festivales que computan para ir a los Goya.
Esta historia cinematográfica comienza con el Lavadoiro de Artes (Corrubedo, A Coruña), construido en los años 40 y recuperado recientemente por Carlos
Seoane como puesta en valor un espacio público singular hasta ahora en desuso. El arquitecto contactó con Ana Amado para fotografiar este monumento.
"A Carlos le gustó mucho la idea de fotografiar una sábana dentro del lavadero. Fue el que me picó un poco con la idea de hacer algo más audiovisual. Y ahí empezó la historia.Tuve la grandísima suerte de que se nos ocurrió llamar a Lois Patiño para registrarlo", cuenta la fotógrafa especializada en arquitectura.
Al director le encantó la idea, pronto se pusieron manos a la obra. Ana Amado decidió contactar con gente local de la zona de Corrubedo para conocer más de la historia de los lavaderos. A Carlos le gustó mucho. Después de conversaciones con numerosas mujeres la fotógrafa tuvo claro lo que quería reflejar: "Sin ellas no hubiese sido posible realizar este proyecto".
El cortometraje
En total, 17 minutos y 23 segundos te permitirán sumergirte en una reflexión activa y multidisciplinar sobre el patrimonio material e inmaterial de los lavaderos como espacios ligados al trabajo doméstico y de relación exclusivos de las mujeres.
"Me di cuenta de cómo la sociedad sistemáticamente ha negado el valor del trabajo doméstico de las mujeres. Y de una forma tan injusta. El cortometraje quiere ser como una reivindicación de ese valor del trabajo doméstico, que siempre ha sido realizado por las mujeres y, en concreto, con las mujeres mayores, que siempre son las grandes olvidadas en todo", explica Ana Amado.
Algo que hace reflexional a la fotógrafa, pues la lucha de otras mujeres abrió caminos para que profesiones como las suyas, arquitectura y fotografía, pudieran estar valoradas y representadas por mujeres. "Sabemos que las mujeres lo tenemos más difícil en general, sobre todo en ciertas profesiones que han estado históricamente muy masculinizadas", añade la profesional.