La investigación en la lucha contra el cáncer es una larga carrera de fondo que se ha convertido, con el transcurrir de los siglos, en una de las principales líneas de batalla dentro del campo de la medicina. Lo cierto es que los últimos años en España han estado marcados por importantes hitos que han permitido la comprensión, el diagnóstico e incluso el tratamiento de una enfermedad que afecta a cerca de 280.000 personas al año sólo en nuestro país y que supone a su vez una de las principales causas de morbimortalidad. A dicho respecto, Rafael López, Jefe de Servicio de Oncología del Hospital de Santiago, declaraba hace unos días ante este medio que "estamos más cerca de controlar el cáncer en el sentido de eliminar el sufrimiento que provoca tanto en los pacientes como en la sociedad".
No obstante, hoy nos gustaría poner el foco en un material ordinario que resulta fundamental en muchos aspectos de nuestra vida y que, curiosamente, también podría ser clave en el futuro de la cura contra el cáncer: el caolín o caolinita. De hecho, investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) piden considerar esta arcilla blanca como estratégica debido a sus múltiples usos en la industria química, médica y de la construcción. Cabe destacar en este punto que España es el país con mayores existencias de este material dentro de la Unión Europea (se extraen unas 300.000 toneladas anuales), siendo la provincia de Guadalajara y la comunidad autónoma de Galicia dos de las grandes reservas mundiales de caolín. Además, según apuntan los expertos, se ha encontrado una vía para que este elemento tan común pueda ser clave en las "tecnologías de descontaminación" del futuro en su sentido más amplio, con aplicaciones que van desde los residuos radiactivos hasta el propio cáncer en un cuerpo humano.
El caolín y sus múltiples aplicaciones
El caolín es una arcilla mineral blanca compuesta por silicato de aluminio hidratado producto de la descomposición de rocas feldespácticas que tiene un enorme valor para la industria. Primero por su coste, ya que al ser un elemento tan común resulta muy barato en el mercado; y segundo, por su porosidad, una característica que le permite la utilidad de absorber otras sustancias con facilidad. Otras propiedades importantes del caolín tienen que ver con su inercia ante los agentes químicos, su resistencia a las altas temperaturas y la elevada tasa de refractariedad y facilidad de dispersión, así como también por tratarse de un material inodoro, soluble (si es necesario), aislante eléctrico, moldeable y de fácil extrusión.
En la actualidad, algunas de sus aplicaciones industriales más extendidas son la fabricación de papel y la de porcelana (compuesta en este último caso por hasta por un 50% de caolín). También la cosmética, la cerámica sanitaria o la agricultura ecológica (como protector contra las plagas) se han visto beneficiadas por las propiedades del caolín, aunque, sin lugar a dudas, su aplicación más interesante se encuentra en el campo de la medicina, pues la extraordinaria pureza del material y la carencia de componentes tóxicos hacen totalmente compatible su uso en el ámbito de la salud. Entre los ejemplos más destacados está el caso del caolín laminado, el cual puede utilizarse como soporte de medicamentos para la eliminación de tumores y tratamiento contra el cáncer; e incluso empleado con nanopartículas de cobre o plata como elemento aislante o desinfectante de bacterias resistentes a los antibióticos o virus infecciosos como el de la Covid-19.
Es importante aclarar en este punto que es el llamado metacaolín, y no cualquier otro caolín, el material que suele ser implementado en el campo de la medicina. El metacaolín no es nada menos que una versión calcinada del caolín cuya estructura basada en el aluminio pentahédrico lo convierte en un potente reactivo. Esto viene a significar que se trata de un material cementante suplementario que es activado térmicamente a bajas temperaturas (supone además un importante ahorro de energía), que en el caso de la química se sitúan entre los 300 y 700 grados. En cualquier caso, sus propiedades como conductor y la alta maleabilidad de este tipo de arcilla lo hacen compatible con nanopartículas cuya aplicación en otras circunstancias estaban descartadas ―como hemos podido ver en el caso antes mencionado. El metacaolín tiene aplicaciones potenciales en catalizadores y en el campo médico que incluyen, tal y como hemos visto, la liberación de fármacos y la regeneración de tejidos que permiten ayudar a la lucha contra diferentes tipos de cáncer.
Es por ello que los expertos del CSIC insisten tanto en declarar el caolín como un recurso de alto valor estratégico en nuestro país, pues hasta la fecha y en términos generales, los depósitos de toda Europa se están destinando a aplicaciones de bajo valor añadido. Sir ir más lejos, en lugares como Estados Unidos ya se utiliza el metacaolín para crear herramientas tan interesantes para la medicina como los hemostáticos de uso militar, capaces de cortar el flujo sanguíneo cuando se produce una hemorragia. También en países de Asia Oriental como China se encuentran investigando sus propios depósitos de caolín (de menor calidad que los españoles) para aplicaciones médicas e industriales.
Los depósitos gallegos de caolín
El caolín de Galicia conforma un producto con una elevada tasa de explotación y una facturación que hoy por hoy ronda los 8 millones de euros anuales. De manera histórica, podemos destacar dos grandes zonas de extracción de este tipo de arcilla en la región gallega: una en el entorno de la Mariña Lucense, con explotaciones en lugares como Cervo, Burela o Foz (y una playa en O Vicedo como homenaje); y otra en la Costa da Morte, principalmente en los municipios de Laxe y Vimianzo. De hecho, la conocida empresa Caolines de Vimianzo se ha convertido en un auténtico referente europeo de la minería sostenible, dedicada desde el año 1981 a a la recuperación, investigación y comercialización de minerales industriales como el caolín, la mica o las arenas silícenas presentes en dicho rincón de la Costa da Morte. Lo cierto es que esta empresa coruñesa fue la primera de toda España en obtener las certificaciones implantadas en junio de 2019 por la Unión Europea en concepto de Gestión de la Minería Sostenible y de Sistema de Gestión Minero-mineralúrgica-metalúrgica sostenible.