El necroturismo está cada vez más extendido en Galicia y existen algunos cementerios singulares que merece la pena visitar. Si bien en la ciudad de Ferrol no hay ningún camposanto catalogado como singular, el cementerio de San Salvador de Serantes alberga las lápidas de importantes figuras de las letras y las ciencias y conserva en su interior una de las capillas más antiguas de toda la urbe.
Un estudio pormenorizado, llevado a cabo por Ana Isabel Bello Platas y Miguel Ángel Vidal Lojo, permitió establecer los orígenes de la capilla, que se encuentra dentro de esta necrópolis, y que se remontan al siglo XV. Esta antiquísima edificación fue restaurada en el año 2010 y en su interior se encuentran la lápida y restos del hidalgo Afonso de Serantes.
Dentro del apartado más místico, la práctica de un exorcismo que se encuentra documentado en el Archivo de la Diócesis Mondoñedo-Ferrol y que fue llevado a cabo en 1866 en la parroquia de Serantes es el único del que se tiene constancia oficial, hasta la fecha, en la comarca.
El cementerio al fosa común de represaliados de la Guerra Civil o el sepelio de Amada García, militante comunista apresada mientras se encontraba encinta, ponen de manifiesto las cicatrices que la dictadura franquista dejó en la urbe naval.
Gallegos ilustres
Además, San Salvador de Serantes podría ser considerado como el panteón de gallegos ilustres de la ciudad departamental, con la presencia perenne de los restos de importantes personalidades nacidas en la ciudad.
En enero de 1999, decía adiós, para siempre, el autor de ‘La saga / fuga de JB ‘ o ‘Los gozos y las sombras’ en la ciudad de Salamanca. Gonzalo Torrente Ballester, reconocido por su trayectoria literaria con el Premio Cervantes, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Nacional de Narrativa, entre otros, había manifestado su deseo de recibir sepultura en la parroquia que le vio nacer, la de San Salvador de Serantes.
La ciudad de Ferrol decretaba tres días de luto oficial por la muerte del escritor y su entierro se convertía en un sentido homenaje que contó, por deseo familiar, con la interpretación de ‘Negra sombra’ a cargo de Carlos Núñez. Así, realizaba su último viaje a casa aquel que no escribía "en gallego ni en castellano, sino en ferrolano".
En el panteón familiar del cementerio ferrolano descansan, también, los restos de Ángela Ruíz Robles, precursora del libro electrónico. Esta profesora adelantada a su tiempo se despedía de su ciudad adoptiva el 27 de octubre de 1975, ya que aunque era originaria de León pasó buena parte de su vida en la ciudad departamental que, en el año 1998, le rendía tributo mediante la colocación de una placa conmemorativa en Recimil.
Ruíz Robles ha recibido reconocimientos como la dedicación de un doodle gracias a la labor incansable de Rosa Millán, ex coordinadora de la Casa da Muller de Ferrol.
Así, desde el lejano siglo XV este lugar ha formado parte del patrimonio y del legado de Serantes, primero como ayuntamiento independiente y más tarde como parte de la ciudad de Ferrol.