Necroturismo. Turismo negro. Los adeptos a esta nueva modalidad de turismo buscan acercarse a lugares relacionados con la muerte, en general cementerios donde reposan para siempre personajes ilustres y que suelen destacar por su monumentalidad y belleza

En Galicia tenemos algunos ejemplos, como ya mencionamos en este artículo dedicado al Necroturismo y los cementerios singulares, pero entre ellos destaca un viejo camposanto cuyo estado ruinoso no le quita un ápice de interés ni de atractivo. Es el Cementerio de Santa Mariña de Dozo, en Cambados, considerado por Álvaro Cunqueiro como “el cementerio más melancólico del mundo”. 

Este bucólico cementerio se encuentra junto a las ruinas de la antigua iglesia parroquial de Santa Mariña, patrona de Cambados, en una de las laderas del monte de A Pastora y muy cerca de un castro. Es un escenario muy utilizado para hacer fotografías bonitas por la espectacularidad de los arcos desnudos que sustentaban la iglesia, que sobresalen en forma de armazón. Pero tanto el cementerio como el templo tienen detrás un largo recorrido histórico, más allá de ser un bonito decorado, que merece la pena conocer. 

 Vista del cementerio de Santa Mariña de Dozo (Fuente: Turismo Rías Baixas)

¿Cómo se construyó esta iglesia y cómo ha llegado a su estado actual? En la ubicación donde hoy se halla la iglesia había una capilla románica del s. XII que no ha llegado hasta nuestros días, como tantas otras en territorio gallego, por el capricho de un noble. 

Don Lope Sánchez de Ulloa Sotomayor nació en 1390 y se convirtió, por obra y gracia de su apellido, en en el IX señor de Villamayor de Ulloa, aunque dominaba muchos otros territorios, como las tierras de Deza o Lalín, además de obtener las encomiendas de los monasterios de Sobrado, Dozón, Melide y Oseira, entre muchos. 

Fue Don Lope quien ordenó construir la iglesia de Santa Mariña de Dozo sobre los restos de la citada capilla. La iglesia continuaría con sus vínculos con la familia Ulloa en los años venideros, ya que la hija del noble, Doña María de Ulloa, señora de Cambados, mandó restaurarla y ampliarla a finales del s. XV. 

Arcos de Santa Mariña de Dozo (Fuente: Mancomunidade do Salnés)

De estilo gótico marinero con influencias renacentistas, la iglesia tiene una sola nave atravesada por cuatro arcos transversales románicos y cinco capillas laterales, además de una llamativa capilla mayor. Los arcos son una de las zonas más escénicas y fotografiadas de la iglesia y funcionan como auténticos esqueletos de la construcción, confiriendo al conjunto un aire decadente de gran encanto. Hay que fijarse bien en uno de ellos para descubrir esculpido en relieve, uno de los siete pecados capitales: la pereza. 

En estas capillas laterales hay varios relieves muy valiosos que representan escenas bíblicas como la Visitación, los Pecados Capitales o Cristo con los apóstoles. 

Durante siglos, Santa Mariña de Dozo fue uno de los templos más importantes de la zona, cumpliendo las funciones de iglesia parroquial. A mediados del s. XIX fue abandonada, no se sabe muy bien el motivo ya que las fuentes oficiales sólo alegan “razones políticas y religiosas”. La cuestión es que entró en estado de abandono y eso es palpable, puesto que de su estado original queda la osamenta de sus arcos, su fachada ruinosa, una torre compuesta por tres cuerpos macizos y poco más. 

Vistas del cementerio de Santa Mariña (Fuente: Turismo de Cambados)

La iglesia parroquial se trasladó entonces a la iglesia del viejo convento de San Francisco y Santa Mariña de Dozo quedó en el olvido casi absoluto. Casi, porque la zona aledaña pasó a utilizarse como cementerio parroquial, en el que destacan unas curiosas cruces con paños esculpidos y las lápidas al nivel del suelo, una forma de enterramiento muy usada hace siglos y casi descartada, por falta de espacio, en la actualidad. 

Por su valor artístico e histórico, el conjunto de Santa Mariña de Dozo fue declarado Bien de Interés Cultural. Además, el Concello de Cambados logró que se incluyera desde 2013 en la Asociación de Cementerios Singulares de Europa, a la que también pertenecen los cementerios de San Amaro en A Coruña, el Cementerio de los Ingleses de Camariñas y el Cementerio de Lugo. El de Santa Mariña de Dozo fue nombrado el tercer monumento funerario más importante de España. 

¿Otros motivos para visitarlo? Además de todo lo anterior, desde el monte de A Pastora se puede disfrutar de unas buenas vistas de la villa de Cambados y de la Ría de Arousa y si visitas Santa Mariña el Día de Difuntos podrás escuchar una misa muy especial, la única que se celebra al año en este templo. 

Emma Sexto

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