La Atlántida de Galicia: Valverde, la ciudad sobre la que se asienta una conocida laguna
La leyenda dice que esta antigua civilización habría quedado sepultada por las aguas de la laguna ferrolana de Doniños tras un castigo divino debido a las malas acciones de sus habitantes
La Atlántida es a día de hoy uno de los lugares más conocidos dentro del mundo de la historia, la literatura e incluso el cine. La idea de una ciudad sumergida, considerada una sociedad utópica y avanzada que podría haber traído la paz al mundo, ha logrado cautivar a cientos de generaciones alrededor de todo el mundo.
En el año 360 a.C, el filósofo Platón ya se había hecho eco en los últimos diálogos de Timeo y Critias de esta metrópolis rodeada de agua y eterna rival de la ciudad de Atenas. Y si bien es cierto que no hay pruebas o restos arqueológicos que evidencien la existencia de este lugar, la leyenda de la Atlántida sigue más viva que nunca y se ha convertido en uno de los tesoros más buscados de la historia.
En Galicia son varias las leyendas que recorren el grueso del litoral ―e incluso el interior― y hacen referencia a esta civilización perdida, entre ellas la historia detrás de la ciudad sumergida a los pies del Monte Louro en plena Costa da Morte; la ciudad de Lambrica en la costa de A Lanzada; o la leyenda de Valverde en la laguna de Doniños, considerada la auténtica Atlántida ferrolana.
En este último caso, según narra el relato popular, esta arcaica civilización habría acabado desapareciendo bajo las aguas por un castigo divino a causa de la maldad de sus habitantes. Los restos de dicha ciudad se encontrarían todavía en los fondos de la laguna de Doniños, la cual se enmarca en la actualidad en una depresión del valle del río Anido y separada del mar abierto por una extensa barra arenosa en forma de dunas.
La leyenda de Valverde
El entorno que abarca la playa y laguna de Doniños se ha convertido en uno de los rincones más visitados de Ferrol, en gran medida por la enorme riqueza natural y paisajística que envuelve toda la zona. Este gran lago en la costa coruñesa se formó hace más de 4.000 años y a día de hoy se encuentra prácticamente aislado del mar por un extenso complejo dunar.
De hecho, desde la década de los ochenta cada vez son menos las épocas de lluvias en las que la laguna logra sobrepasar esa gran barrera de arena y conectar con el Atlántico. En cualquier caso, este idílico rincón de la costa Ártabra es también el escenario de una de las leyendas sobre la Atlántida más conocidas de Galicia, la de la ciudad sumergida de Valverde.
Todos los relatos fantásticos que rodean a la mítica laguna de Doniños aseguran que allí existió una ciudad llamada Valverde que sufrió la tiranía divina por las malas acciones de sus habitantes. Según cuenta la leyenda, en una ocasión un hombre desdichado llegó a las puertas de esta antigua urbe pidiendo limosna a sus residentes, aunque nadie del pueblo se dignó a prestarle ayuda. Tan solo una mujer le ofreció un poco de pan para calmar su hambre.
El hombre, en agradecimiento, le advirtió de que sobre la ciudad caería un castigo y le recomendó que subiese hasta la cima del monte más cercano para salvarse. Poco después, una ola inmensa inundó Valverde llevándose consigo la vida de todos sus moradores, a excepción, como era previsible, de la mujer que había ayudado al mendigo y sus dos hijos.
En otras versiones extendidas de esta misma historia, se dice que fue el propio Jesús el que llegó a la ciudad de Valverde demandando algo de caridad y en otras tantas incluso afirman que se produjo una aparición mariana en el pueblo para castigar a sus habitantes por idolatrar a figuras paganas. Sea como fuere, todas las historias convergen en un mismo final de cuento: la ciudad entera de Valverde sumergida y dos niños salvados de la ira divina. De hecho, se fantasea con la idea de que esos pequeños supervivientes podrían haber sido los culpables del topónimo de la laguna de Doniños.
El patrimonio histórico y natural de Doniños
Doniños tiene una extensión de alrededor de 1.900 metros, con una zona dunar y una laguna que albergan entre sus límites una enorme riqueza natural y paisajística. A los pies de ambos enclaves se sitúa asimismo un arenal semiurbano rodeado por un precioso paseo marítimo que permite a los visitantes disfrutar de los paisajes de la costa Ártabra.
En las inmediaciones de este arenal el conjunto formado por las dunas y la laguna de Doniños conforman un espacio protegido de gran interés natural y medioambiental, catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC) dada la enorme biodiversidad de la zona y el abanico de ecosistemas existente.
Por otro lado, ya al margen de su riqueza natural, este entorno ferrolano también puede alardear de un importante valor histórico y patrimonial, pues en las cercanías de la laguna todavía se conservan los restos de una batería de artillería de costa y de un antiguo asentamiento celta conocido como el Castro de Lobadiz.