El claustro y el boj del Pazo de San Lorenzo de Trasouto.

El claustro y el boj del Pazo de San Lorenzo de Trasouto. Cedida.

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El Pazo de San Lorenzo de Trasouto, retiro santiagués de un emperador y de Rosalía de Castro

Muy cerca del centro de Santiago se encuentra el Pazo de San Lorenzo de Trasouto, un antiguo monasterio que cuenta con un seto de boj con siglos de antigüedad y que fue retiro de Semana Santa de Carlos I de España y V de Alemania o de Rosalía de Castro, quien buscaba la inspiración en su carballeira.

22 enero, 2021 12:39

El Pazo de San Lorenzo de Trasouto, situado a poco más de un kilómetro de la Catedral de Santiago y declarado Bien de Interés Cultura por Patrimonio Nacional en 1979, es uno de los complejos románicos más bellos de la capital gallega: en su interior coexisten su jardín, con un seto de boj del siglo XVII, y una espectacular iglesia.

En sus 40.000 metros cuadrados se perdieron tanto el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, que lo escogió como retiro de Semana Santa en 1520, como Rosalía de Castro, que acudía habitualmente a su carballeira para buscar inspiración y le dedicó unos versos en Follas Novas.

Historia

Exterior del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

Exterior del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

La fundación de San Lorenzo de Trasouto se sitúa en 1216, cuando Martín Arias, siendo obispo de Zamora, decide irse a pasar su retiro a Santiago de Compostela y levanta un complejo a tal efecto, entre los que destaca la iglesia románica que aún se conserva a día de hoy, igual que la bula para la su fundación, concedida por el rey Alfonso IX de León concedió la bula para su construcción.

La leyenda cuenta que el arzobispo de Santiago entre 1207 y 1227 y el encargado de consagrar la Catedral en 2011, Pedro Muñiz, estuvo recluido en San Lorenzo de Trasouto tras ser acusado de nigromancia por haber buscado la piedra filosofal en el templo compostelano y por, supuestamente, volar.

Vista general del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

Vista general del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

A lo largo del siglo XIV, las dificultades económicas de la orden franciscana llevaron a que el monasterio pasase a ser propiedad del cabildo catedralicio de Santiago y, posteriormente, de los Condes de Altamira, que se lo cedieron en usufructo a los monjes.

La inversión de los condes sirvió para llevar a cabo sucesivas ampliaciones del monasterio, que adquirió tal renombre que en 1520 fue escogido como retiro de Semana Santa por el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.

Los jardines del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

Los jardines del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

Entre los siglos XVII y XVIII se construyeron algunos de los elementos más característicos de San Lorenzo de Trasouto, como la capilla mayor, la sacristía o el claustro, con su característico jardín de seto de boj, la mayor joya del pazo.

Este jardín laberíntico de boj data del siglo XVII y, más allá de la belleza de sus colores, destaca por representar símbolos eclesiásticos como la cruz latina o la cruz de Santiago.

Los setos de boj del Pazo de San Lorenzo de Trasouto, con simbología religiosa (Cedida).

Los setos de boj del Pazo de San Lorenzo de Trasouto, con simbología religiosa (Cedida).

En el propio recinto de San Lorenzo de Trasouto -de unos 40.000 metros cuadrados- también existe un jardín de trazado conventual planteado en el siglo XIX y que cuenta con más de 100 especies vegetales, entre las que destacan camelias, magnolios o robles.

Su propio planteamiento hace que esté repartido en zonas bien diferenciadas, con un jardín en terrazas, uno paisajista, otro hortícola y un tramo de bosque en el que destaca una carballeira a la que acudía habitualmente Rosalía de Castro y a la que dedicó unos versos de Follas Novas.

Los jardines del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

Los jardines del Pazo de San Lorenzo de Trasouto (Cedida).

El momento más complejo en la historia de San Lorenzo de Trasouto llega de la mano de la desamortización de Mendizábal, cuando es incautado por el Estado, lo que lleva a los franciscanos a abandonarlo y da pie a una disputa por su propiedad.

El conde de Altamira por aquel entonces, Vicente Pío Osorio de Moscoso, llevó la incautación ante la justicia alegando que había donado el monasterio para que lo habitasen los franciscanos y, si éstos lo abandonaban, tendría que volver a las manos de sus legítimos dueños.

Tras años de pleitos y la muerte del conde, el monasterio quedó en manos de su hija y heredera, María Eulalia Osorio de Moscoso y Carvajal, quien se lo ofreció de nuevo a los franciscanos y, tras su negativa, lo adaptó a la estética de un pazo gallego.

El Pazo de San Lorenzo de Trasouto acoge eventos a día de hoy (Cedida).

El Pazo de San Lorenzo de Trasouto acoge eventos a día de hoy (Cedida).

El conjunto del Pazo de San Lorenzo -como pasó a denominarse-, donde habitan sus actuales propietarios, los Duques de Soma y Medina de la Torres, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por Patrimonio Nacional en 1979.

En 1993 abrió sus puertas como escenario de eventos y celebraciones, ofreciendo la posibilidad de utilizar sus jardines, su claustro, sus salones o incluso su iglesia, donde se pueden oficiar bodas.