No es ninguna sorpresa que el ser humano siempre ha tenido la necesidad de marcar y medir el paso del tiempo. Primero, se hizo a través de los ciclos naturales, las fases lunares o el cambio de estación, pero con el paso del tiempo la medición se ha vuelto más precisa.
Los relojes han jugado un papel fundamental en la organización y el diseño de nuestro día a día. Así se han ido marcando los momentos de actividad agrícola, de oración o de comercio. Hoy en día es impensable vivir al margen del tiempo, pues el reloj es un elemento que nos acompaña desde primera hora de la mañana, y hasta última hora de la noche.
Uno de los primeros relojes fue el reloj de sol. Un reloj de sol puede ser cualquier cosa que emita sombra sobre una superficie. El ejemplo más claro y rudimentario es el del palo enterrado en el suelo, cuyo nacimiento se estima hace más de tres milenios.
Con el paso del tiempo los relojes se han ido perfeccionando, logrando ser cada vez más exactos. Sin embargo, un reloj de sol nos dará la hora solar, que es distinta a la hora oficial que vemos en los de pulsera o los del móvil. Y es que la hora solar es la verdadera, la más apegada a los tiempos de la naturaleza.
Cómo funciona un reloj de sol
Casi todos los relojes de sol constan de dos elementos esenciales: un gnomon o estilo y una superficie o cuadrante. El gnomon es el encargado de señalar las horas, mientras que el cuadrante es el lugar donde se proyectan las sombras generadas por el gnomon.
Existen varios tipo de relojes de sol, aunque los más numerosos en Galicia son los relojes de sol vertical meridional, que son aquellos que apuntan al sur. En ellos, las horas de la mañana están a la izquierda, las de la tarde a la derecha y las 12 en el centro.
Cuando un reloj de sol perfectamente diseñado y orientado marca las 12, indica, además de la hora, dónde se encuentra el sur, y en consecuencia, el resto de los puntos cardinales. Por ello, se suele decir que un reloj de sol es una especie de navaja suiza, geográfica y astronómicamente hablando.
Qué hace un reloj de sol en la Plaza del Obradoiro
Los relojes de sol se diseñan para un lugar determinado, ya que su diseño lo determina la latitud del lugar. Aunque, en este caso, su ubicación resulta muy curiosa, ya que se encuentra en medio de la terraza de la cafetería del Hostal de los Reyes Católicos.
Esto es así porque el reloj no estaba en ese lugar en un principio. Fue durante las reformas realizadas en el Hostal cuando la antigüedad fue movida y colocada “mal orientada y casi a ras de suelo”.
Según la información recopilada por el responsable de Relojes de Sol en Galicia, es difícil saber el porqué de la construcción del reloj. Sin embargo, sí se atreve a hacer dos hipótesis. La primera es que "pudo construirse por el centenario del inicio de las obras del Hostal de los Reyes Católicos (1501), ya que el reloj está fechado en 1601″.
La segunda, que "su fecha coincide con la de los tres relojes de sol situados en tres de las pandas del claustro de la catedral. Los cuatro relojes coinciden en fecha y características, por lo que ya que se colocaron en el claustro que era de ámbito semiprivado, igual se colocó este en la plaza para que todo el mundo pudiera hacer uso de él".
Otro ejemplos de relojes de sol en Galicia
En Galicia, donde más proliferan los relojes de sol son en las zonas rurales, concretamente en los hórreos, ya que tenían una función importante en las labores del campo. También en las iglesias parroquiales, ya que servían para conocer las horas de los oficios religiosos.
Según datos del grupo Relojes de Sol en Galicia, en plazas públicas es posible ver otros relojes de sol en la plaza Carmarthen, en As Pontes, en la plaza Sagrado Corazón, en Cedeira o en la plaza Campo da Feira, en Guitiriz. Pero también en parques o jardines, como es el caso del reloj del Pasatempo, en Betanzos, del de los Jardines de Méndez Núñez o del de Praia América, en Nigrán. Pese a esto, hablamos de un ejemplar único que tiene más de cuatro siglos y que, según dicen los expertos, "sería aconsejable rehabilitar, con criterios de la época, y colocar una placa que facilite la lectura del reloj de sol y explique su importancia patrimonial, histórica y gnomónica".