Si hay un mes por excelencia en que celebremos a Santiago Apóstol este es el mes de julio. Unas semanas en las que Compostela ofrece una amplia programación de actividades con el fin de conmemorar el 25 de julio, día del Apóstol Santiago y día grande de nuestra comunidad autónoma, Galicia.
Pero empecemos descubriendo quién era Santiago y las razones que lo convierten en una de las figuras más importantes del santoral cristiano.
Santiago era hijo de un pescador judío llamado Zebedeo, el joven fue reclutado por Jesucristo mientras pescaba con su hermano Juan. Cuenta la tradición que, tras la muerte de Jesús, Santiago viajó a Hispania con la misión de promulgar el evangelio. A su vuelta a Palestina fue capturado y ajusticiado ya que Herodes ordenó su decapitación en el año 44 d.C. (así aparece relatado el martirio en el libro de Los hechos de los Apóstoles). Pero antes de darle sepultura en tierras palestinas la tradición nos cuenta que dos de sus discípulos robaron el cuerpo y lo trasladaron en barco hasta aquellas tierras donde Santiago había predicado el Evangelio, Gallaecia.
Se desconoce el lugar concreto de la primera tumba del Apóstol Santiago en la actual Compostela pero sí se sabe que fue cuidada por sus discípulos hasta que estos murieron y la tumba fue olvidada durante siglos. Sorprendido por las luces de una estrella (de ahí el nombre Compostela, campus stellae, 'Campo de la Estrella'), Pelayo, un habitante ermitaño del monte Libredón descubrió junto al obispo de Iria Flavia la primigenia tumba del Apóstol en la que Alfonso II el Casto ordenó levantar una iglesia, dando comienzo al lugar de peregrinaje que hoy conocemos como Santiago de Compostela.
Pero muchos de ustedes se preguntarán entonces porqué se celebra en concreto el día 25 como el día de Santiago Apóstol. Pues bien, la elección del día 25 de julio no parece basarse en datos históricos pero sí en las costumbres de la Edad Media, un período en que la fiesta de Santiago celebraba la muerte por martirio del discípulo con carácter de apóstol y santo. Otro santo muy celebrado en la Edad Media era San Cristóbal (cuya onomástica es el 25 de julio) y se cree que la intención de ligar al Apóstol con el santo explica la fecha elegida para celebrar el día de Santiago.
El 25 de julio se fue instaurando como la fecha en que los peregrinos acudían a Compostela para obtener el perdón de sus pecados. Por los datos que se tienen fue a comienzos del siglo XV cuando se comenzaron a celebrar los Años Santos Compostelanos, al coincidir la festividad en domingo, extendiéndose el perdón durante todo el año.
A día de hoy y aunque los aspectos religiosos se mantengan, la celebración popular abarca semanas de festejos entre los que destacan el espectáculo de fuegos artificiales y proyecciones durante la noche del 24, la misa solemne en la catedral en la que el mismísimo Rey o un delegado de la Casa Real hace la ofrenda al Apóstol el día 25 y un sinfín de actividades culturales como conciertos o ciclos de cine y teatro que ponen el ambiente festivo a niveles estratosféricos.