En las calles y plazas coruñesas puedes encontrar muchos murales y muestras de arte urbano. Por ejemplo, en la plaza de Pontevedra hay uno enorme que homenajea a Urbano Lugris. El muralismo se está convirtiendo en una auténtica moda para restaurar viejas fachadas y dar un aire más alegre a otras muchas pareces de las ciudades gallegas. El artista coruñés Erre ha sabido plasmar en sus murales y obras algo tan íntimo y complejo como el rostro humano. Caras de personas corrientes y otros famosos fueron sus cartas de presentación. Ahora, compagina encargos de negocios privados con enormes murales como el de la calle Disciplina, en Zalaeta.
"Hacer caras de gente que conocía estaba bien. Lo hice durante un tiempo, pero me acabé cansando. Además, me la jugaba mucho", señala Erre sobre esos trabajos en los que reproducía sobre muros u otro tipo de mobiliario urbano. "Al final, todo el mundo quería que le hiciese uno, así que decidí dejarlo", afirma. Algunos eran rostros conocidos, como Salvador Dalí, Frida Kahlo o García Lorca; pero otros pertenecían a amigos y conocidos de la ciudad, que no dudaban en retratarse junto a sus grafitis.
Ahora, Erre ha vuelto a centrar parte de su trabajo en los rostros de personajes conocidos. Se trata de una serie en la que representa a distintos artistas gallegos y que pretende tener terminada para el día de las Letras Galegas. "Espero poder hacer unos cuantos más antes de ese día", dice. Castelao, Luis Seoane o Eugenio Granell son algunos de esos rostros que podremos encontrar en algún punto de la ciudad.
No obstante, Erre también realiza trabajos más elaborados por encargo. Por ejemplo, una de sus últimas obras es un mural en la calle Disciplina. "Ha sido complicado, porque he tenido que parar cuando llovía. Pero el resultado es muy bueno", señala. Pese a la profesionalidad que muestra su obra, Erre no se libra de que otras personas pinten sobre ella. "La gente no tiene respeto. Después les dices algo y te hablan de respeto, de que ellos pintaban antes esta zona. Pero son ellos los que no respetan el trabajo de los demás", señala Erre.
También ha colaborado con entidades y negocios locales, como el Malte, en la calle Galera, o el Bristol Bar, en la calle Torreiro. El restaurado logo del Sporting Casino también es suyo. Erre echa en falta más propuestas municipales para llenar A Coruña de arte urbano. "Al final siempre llaman a los mismos. Es muy difícil tratar con el Concello", afirma. También lamenta que haya personas que no se tomen en serio su trabajo: "Hay gente que me llama para que haga un mural, les paso el presupuesto y no vuelvo a saber de ellos. Después me entero de que está otra gente trabajando y solo les pagan los materiales".
Por el momento, Erre seguirá compaginando los encargos con nuevas series y trabajos más personales. También tiene previsto participar en alguna charla en festivales de muralismo. Mientras, si paseando por la ciudad te encuentras un rostro que te observa inmortalizado en una pared, probablemente sea obra de Erre.